EN APOYO A LOS REFUGIADOS

Uniposiblelogo

 

 

 

Asamblea Sierra Norte – 15M
Aula de Anticapitalismo Uniposible

El 25 de septiembre de 1500 un aviejado Alonso Sánchez, Pedro Alonso y Bartolomé Sánchez consiguieron ser aceptados como vecinos en Fuente El Fresno. Los tres procedían de Guadalix y huían de las vejaciones sufridas por los Mendoza, la casa nobiliar a la que pertenecía el Real de Manzanares, un extenso territorio sobre el que impartían justicia, extraían rentas y sometían a los campesinos a su antojo. Al igual que aquellos, otros muchos campesinos preferían emigrar, llevando consigo a sus familias, sus pequeños enseres y la memoria de sus ancestros. El 12 de noviembre de 1512 Juan Gutiérrez, vecino de Chozas (el actual Soto del Real), hizo lo mismo y se estableció con su familia en San Sebastián de los Reyes, localidad que sabía mucho de opresión señorial, pues al fundarse en 1492 vio como el señor de Alcobendas, mandó tropas para destruir las casas que habían levantado los campesinos que escapaban de las duras condiciones a las que les sometía su señor. Pero hubo una riada de migración procedente de Alcobendas, Colmenar Viejo y muchos otros pueblos serranos, de modo que San Sebastián pudo fortalecerse y convertirse en un referente para los campesinos cansados de estar sometidos a la opresión señorial. Valga el ejemplo de Gonzalo Fernández de los Prados, que procedente de Porquerizas, hoy Miraflores, se avecindó en San Sebastián la víspera de Reyes de 1502.
En tiempos pasados emigrar era un acto político. Bien lo conocían los campesinos remensas catalanes que libraron una guerra secular en el siglo XV –y la ganaron- por conseguir abolir el mal uso hecho por los señores de tener que pagar por poder salir de sus territorios. Los señores sabían que los campesinos les proporcionaban riqueza en forma sobre todo del pago de la renta de la tierra e intentaban por todos los medios –incluida la violencia- fijarles en el territorio, impidiéndoles cualquier tipo de movimiento. En nuestra sierra no era tanto lo impuesto, pues eran menos los habitantes y, en consecuencia, los señores tuvieron que aflojar la mano, aún siendo conscientes de que los trabajadores de la tierra podían decidir fundar nuevas poblaciones y abandonar sus territorios.
La Historia nunca es igual, pero hay procesos actuales que se parecen muchos a los pasados. Es forzoso reconocer que la crisis de los refugiados de hoy tiene similitudes innegables con procesos migratorios anteriores. Las variantes con el pasado tienen que ver con las formas, los protagonistas y la dimensión global del problema. Pero la violencia de hoy, ejercida en forma de guerra, obliga a los habitantes de los países en conflicto a emigrar de manera similar a como lo hicieron antes otros muchos. Por eso la llegada a Europa de 500.000 refugiados en 2015 solo tiene de nuevo precisamente eso, que afecta a Europa. No es una nueva crisis humanitaria internacional. Los refugiados ya existían, pero estaban lejos. Eran parte de los 4,5 millones de sirios, iraquíes o afganos, asentados desde hace años en Turquía, Líbano o Jordania, amén de los procedentes del Norte de África (libios, somalíes, yemeníes). Lo nuevo es que ahora los tenemos en el centro de Europa y que nuestros estados y medios de comunicación los han convertido en objeto de compasión y caridad.
¿Qué planes de acogida tenía la Unión Europea para afrontar esta situación nada novedosa? Ninguno, aunque tampoco debería ser un problema insoluble, pues, en el supuesto de aceptar a todos, sólo equivaldrían al 1% de la población de la UE. Nos dijeron que en el proyecto europeo las fronteras desaparecían, pero con la llegada de los refugiados, han reaparecido. En estos meses asistimos al espectáculo del cierre y militarización de fronteras, la construcción de muros y alambradas o la represión con gas-pimienta. La Europa de los derechos ha saltado por los aires.

Los que vienen huyendo nos piden acogida y hospitalidad. ¿Quién va a decir que no? A nadie se le debe negar el derecho a sobrevivir. ¿Pero el reto es sólo el de la hospitalidad? Además de eso, es preciso entender que los refugiados son consecuencia de las guerras importadas por las potencias occidentales para dominar y saquear. Nuestro sistema productivo necesita guerras para su mantenimiento y desarrollo, para conseguir recursos de todo tipo, principalmente energéticos; para impedir que otros competidores, considerados enemigos, ocupen posiciones ventajosas; y para obstaculizar que otras formas de organizar la sociedad sean una alternativa viable. Para conseguir estos fines el capitalismo se vale de la violencia en muy diversas formas o manifestaciones: ecológica, económica, financiera, acaparamiento de la investigación, pensamiento único, concentración de los medios de comunicación… La guerra es otra más de las variantes de la violencia global. El más fiel valedor de esta guerra sin cuartel es la OTAN, organización que debe desaparecer ¡YA!
Por todo ello, hoy se impone:
PEDIR el cese del expolio que provocan las multinacionales (los señores feudales de hoy),
ENTENDER que hay muchas formas de guerra, como las provocadas por los servicios secretos occidentales e Israel. Así ocurre en Siria, donde mercenarios-profesionales de la guerra, formados y financiados por potencias exteriores, no dejan de buscar beneficios estratégicos o económicos. El Estado Islámico es un grupo que se les ha ido de las manos a EE.UU, Reino Unido o Israel. Lo mismo que Al-Qaeda en Afganistán.
ACTUAR contra esa intervención semioculta, pues, por muchos errores cometidos por el gobierno de Al Assad, es injustificable la masacre que se está haciendo contra Siria. Sus refugiados son uno de los terribles efectos de esa guerra.
EXIGIR el cese de las guerras (de los 42 conflictos armados existentes hoy en día),
APOYAR las iniciativas ciudadanas que denuncian las injusticias cometidas con los pueblos afectados por las guerras. Pese a todos los problemas que les está poniendo el gobierno, hay vecinas y vecinos de la Sierra que están organizando la recepción de refugiados. Infórmate y difunde las iniciativas que están poniendo en marcha.

Nuestra solidaridad pasa por seguir gritando
¡NO A LA GUERRA¡

 

 

 

Sé el primero en comentar sobre "EN APOYO A LOS REFUGIADOS"

Dejar un comentario

Tu dirección email no será publicada.


*