Ecologismo Insensato

TorremochaAytoIMG 6621

 Respuesta al escrito de GRAMA y la plataforma Jarama Vivo

Antonio Zugasti
Concejal de Torremocha de Jarama
Hace unos pocos años, Jorge Riechmann, un ecologista muy respetable, publicó un libro con el título «¿EN QUÉ ESTAMOS FALLANDO?» En él se preguntaba los motivos por los que el discurso ecologista sobre los graves problemas medioambientales que amenazan a la humanidad era prácticamente ignorado por la mayoría de la sociedad. Planteaba que algo tiene que fallar en ese discurso para que no logre penetrar en el imaginario colectivo de nuestras sociedades.

Cuando leo el escrito elaborado por GRAMA y la plataforma Jarama Vivo contra el Ayuntamiento de Torremocha del Jarama, y publicado recientemente en Senda Norte, los fallos saltan a la vista. Aparecen claras algunas de las razones por las que el discurso ecologista no es escuchado por la sociedad. Se trata de un agresivo panfleto que está encabezado por una falsedad evidente: «un consistorio con un nulo respeto al patrimonio agrícola». ¿De dónde se han sacado eso? ¿Han hablado con los agricultores de Torremocha? Si alguien tiene dudas, que venga a Torremocha, vea, hable con quien quiera y pregunte lo que quiera.
El escrito continúa con un furibundo ataque al alcalde de Torremocha, Carlos Rivera. ¿Será que les enfurece el que lleve casi cuarenta años de alcalde, apoyado por la mayoría del pueblo, y que sus esfuerzos para desbancarlo se hayan saldado siempre con rotundos fracasos? Un escrito plagado de afirmaciones tendenciosas, medias verdades y claras falsedades.
Si este escrito es una muestra del discurso ecologista, no es nada extraño que no sea asumido por la sociedad y que, por el contrario, hablarles de los ecologistas a muchos vecinos de Torremocha les suena peor que mentarles la vicha.
Para alguien que conozca Torremocha y haya seguido su evolución en los últimos años resultará muy claro que el escrito refleja mucho más frustraciones e inquinas personales de sus redactores, que la realidad objetiva del municipio. Lo siento por esas personas, pues alimentar en el fondo de su alma sentimientos tan negativos como el rencor, la inquina o la envidia, no es el mejor camino para alcanzar una vida feliz y tranquila.
Y lo siento mucho más por el desprestigio que este tipo de escritos suponen para el discurso ecologista. He sido veinte años socio de Ecologistas en Acción, hasta que la actitud cerril de algunas personas me obligó a abandonar la asociación. Actualmente soy socio de Greenpeace. La primera sesión de la Escuela de Formación Social de Torremocha se dedicó a presentar la encíclica del papa Francisco sobre «El cuidado de la Casa Común», pues estoy convencido de que los problemas medioambientales derivados del cambio climático, el agotamiento de los recursos y la contaminación son las amenazas más graves que hoy se ciernen sobre la humanidad.
Pero también estoy convencido de que si la defensa del medioambiente queda en manos de personas como las redactoras y las inspiradoras del escrito citado, mal lo van a pasar nuestros hijos y nuestros nietos.

 

 

 

 

Sé el primero en comentar sobre "Ecologismo Insensato"

Dejar un comentario

Tu dirección email no será publicada.


*