Desde el área de Urbanismo e Infraestructuras se han dado por concluidas las obras de mejora en diferentes puntos del alcantarillado que eliminarán futuras filtraciones, y que suponen una solución bastante eficaz y económica, dado que con la técnica utilizada, no se hace necesaria la apertura de la calle para la sustitución del tubo dañado.

Los trabajos, desarrollados en las calles Amapolas, del Jilguero y Fragua, han consistido en el fresado, limpieza y encamisado del saneamiento.

La técnica del encamisado de las tuberías consiste en introducir una manga de resina y fibra de vidrio en el interior, la cual se expande aplicando presión, y se solidifica utilizando luz ultravioleta; formándose de esta forma, un revestimiento duradero. Así, se consigue que las aguas sean conducidas por este nuevo tubo, evitando grietas o roturas que se pudieran presentar por el uso o por el inevitable paso del tiempo.