CONVERSAR ES LO MÁS IMPORTANTE

Rosa Ortega Serrano

Hoy voy a hablar de un tema sobre el que solo sé que no sé nada (Sócrates del alma mía), supongo que ustedes tampoco. Ruego a los sabios tecnológicos, si es que hay alguno cerca, que abandone la lectura y la retome un par de páginas más adelante. Mi propuesta como habrán adivinado se llama inteligencia artificial y la RAE la define como aquella disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico. Los expertos la explican como una especialidad dentro de la ingeniería que tiene como objetivo replicar la inteligencia humana.

Todo esto tan complejo, que despierta mi interés en este tiempo de nevadas y paseos por el monte, nos está cambiando la vida y es necesario intentar comprenderlo.

Vivimos en un mundo de datos. Los móviles colonizan nuestra atención en países desarrollados y no desarrollados: grabamos antes de escuchar, hacemos compras online, fotos sin mirar, hablamos a los coches, llevamos relojes que controlan nuestra salud, las ciudades son inteligentes y saben dónde vamos y casi quiénes somos, tenemos un mínimo de dos a tres dispositivos tecnológicos. Todo esto genera una cantidad ingente de datos que la inteligencia artificial computa y organiza (no puedo imaginar cómo) para después crear conocimiento útil: predecir un temporal, llevarnos donde queramos con Google maps, automatizar fábricas, facilitar diagnósticos médicos y jurídicos… Pero por supuesto que nada de esto es gratis, y el uso de estos datos lo determinan empresas como Amazon, Google, Samsung y algún otro de esos gigantes empresariales cuyos propietarios se encuentran entre las personas más ricas del mundo. Estamos transitando la cuarta revolución industrial y aunque tenemos serios problemas con el medio ambiente y muchas personas todavía mueren de hambre, esta es la época de la robótica, la inteligencia artificial, los vehículos autónomos, internet de las cosas… Creo que me voy a pasar los próximos meses y años intentando comprender varias cosas: ¿Qué es la sociedad de los datos? ¿Si esto de los datos y la inteligencia artificial tiene una dimensión social o ética? ¿Qué tiene que ver la inteligencia artificial con la educación obligatoria, la creatividad, el pensamiento crítico? ¡Tremenda tarea!

El pasado mes de noviembre una compañía tecnológica lanzó al mundo su ChatGPT, un sistema de inteligencia artificial capaz de hacer en unos segundos una traducción, el resumen de un texto, crear una historia o construir un poema. Disfrutemos de la poesía y de los poetas antes de que la máquina sabelotodo nos confunda. Imposible predecir el futuro, pero es obligatorio disfrutar del presente. Rilke (Rainer María Rilke, poeta y novelista Austriaco 1875/1926) nos regala el poema de este mes:

 Ésta es mi lucha: 

consagrado al anhelo

 andar errante a través de los días. 

Y después, fuerte y grande, 

con mil filamentos de raíces

 afianzarme hondamente en la vida — 

y a través del dolor

 madurar lejos de la vida, 

lejos del tiempo.

RECORDAD QUE LOS MÉDICOS Y ENFERMERAS QUE NOS CUIDAN SIGUEN EN HUELGA

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