El 20 de enero, a las cinco de la tarde, en una tarde agradable, donde el frio era un aliado más para oír los sonidos de los cencerros, de las cintas, de los quintos que recorren las calles y plazas de Pedrezuela. Mayores y chicos se concentran en la plaza del  ayuntamiento, unos para recordar tiempos pasados y otros soñando lo que harán en unos años. 

Esta 20 de enero era la vuelta a la celebración de la Fiesta de La Vaquilla, tras su suspensión el año pasado a causa de la pandemia. Se trata de una de las tradiciones más arraigadas del municipio, que fue declarada de interés turístico por la Comunidad de Madrid en 2011. 

El evento forma parte de las llamadas fiestas de invierno y desde el punto de vista antropológico es una de los festejos más interesantes de la Comunidad de Madrid. Existen referencias documentadas de él desde el siglo XVII, pero por lo visto, sus orígenes se remontan al Paleolítico con representaciones de figuras de hombres disfrazados de toros.

La finalidad de esta celebración era la de ahuyentar el mal con el ruido de los cencerros y favorecer la fertilidad de la tierra y de los animales. Se trata de un ritual de origen pagano que nos acerca a la repetición del ciclo de la creación con la llegada de un nuevo año. 

La vaquilla sale a partir de las 17.00 horas acompañada por los vaqueros y gurramaches a recorrer las calles del pueblo con el ruido de los cencerros. La carrera finaliza en la plaza de la Constitución, donde se representa de manera simbólica la muerte de la vaca. 

Posteriormente se realiza el tradicional reparto de anís entre los vecinos y vecinas del municipio. Este año y debido a las medidas adoptadas por parte del Ayuntamiento frente a la Covid-19 no se celebrará el baile que habitualmente tenía lugar a continuación.

En esta edición y como novedad, el área de Turismo del Ayuntamiento ha organizado una exposición de fotografía, que recoge distintas imágenes sobre esta celebración en diferentes épocas y años. Muchas de las imágenes se encuentran en el Archivo Municipal, otras pertenecen a vecinos y vecinas del municipio, que de manera desinteresada las han facilitado.