Jóvenes rebeldes, ¿con o sin causa?

Asociación ENCONEXIÓN y Alberto Brasero Iniesta 

El pasado mes de octubre se celebró el curso de “participación y dinamización juvenil” a través de la Escuela de Animación de la Comunidad de Madrid y las asociaciones ENCONEXIÓN y P.L.A.Y., en el Hogar del Jubilado de Torrelaguna, con una duración de 12 horas divididas presencialmente y online.
Este curso abierto a toda la juventud de la Sierra Norte y de la Comunidad de Madrid, reunió a 8 jóvenes de los municipios de Navalafuente y Torrelaguna. Fue el punto de partida para crear vínculos y colaboraciones entre los jóvenes de distintos pueblos, con el objetivo de comunicar las causas, las necesidades y las propuestas de la Sierra.
Este curso no es algo aislado, pues viene de una serie de trabajo previo de técnicos, algún ayuntamiento y asociaciones en toda la Sierra Norte, en el que se busca obtener una unión juvenil de los municipios, compartiendo sus necesidades y generando nuevas propuestas.

Durante dicho curso se realizó un análisis de la realidad para analizar los recursos y actividades públicos con los que cuentan jóvenes en la Sierra Norte para su tiempo libre y el resultado fue desalentador: nos encontramos con una gran deficiencia de espacios saludables y seguros para relacionarse como casa de la juventud, bibliotecas o casa de la cultura donde puedan asistir. 

Apenas hay oferta de actividades, tanto de día como de noche, poca alternativa de deportes, pues siempre son los mismos, se encuentran situaciones complicadas en los institutos; comprobamos además un elevado, y preocupante, consumo de drogas legales e ilegales al igual que de pantalla (internet, redes sociales, etc.). Además como bien es sabido, entre todos estos pueblos no se dispone de transporte público que entrelace los municipios.

Viendo todo esto, nos damos de cara con que la juventud tiene problemas en el desarrollo de relaciones interpersonales, falta de creatividad, no saben qué hacer para matar el tiempo que les sobra cuando no se encuentran en clase, y muestran demasiado desinterés por su entorno y sus allegados, provocando esto factores de riesgo, y sobre todo, poco arraigo con su lugar de convivencia.

Las causas que ellas hacen de todo esto son: poca inversión en infraestructuras, poca reivindicación de ellos mismos y sus familias, mala comunicación entre los pueblos, falta de escucha de sus intereses y necesidades en reuniones asociativas y con los políticos que no muestran interés alguno en estos temas juveniles, básicamente gente pasiva en el entorno juvenil.

Observamos que las necesidades no cubiertas de los jóvenes son importantes ya que su vida afectiva se está viendo cada vez más reducida, pues su ocio y tiempo libre es muy pobre tanto en actividades como en recursos. Al no identificarse con el territorio en el que viven, cada día se sienten más desplazados del municipio, teniendo que acudir a otros lugares más cercanos a Madrid, tanto para estudiar cómo para consumir un ocio consumista, al no haber un ocio más saludable en sus pueblos. Siendo una de las consecuencias la pérdida de interés por muchas cosas importantes ligado a su entorno cultural y natural. 

La situación con la que nos encontramos de cara a unos años, ya no a un futuro lejano, les y nos puede acarrear una gran lista de consecuencias debido a la desvinculación emocional tan potente con el territorio, aumento del absentismo y abandono escolar, vidas menos saludables a causa del sedentarismo y el consumo de alcohol, tabaco, cannabis y otro tipo de sustancias más duras que pueden derivar en problemas de salud psicológica y social.

Estas ocho jóvenes nos han realizado una serie de peticiones o propuestas que piden a gritos también otros jóvenes de la Sierra como hemos comprobado al realizar el trabajo de análisis que viene de antes. Deseamos que las personas elegidas democráticamente se interesen por ellas.

Nos piden que se les escuche para que continúen participando y aprendiendo a gestionarse entre ellas y ellos, creando espacios seguros en los que realizar actividades divertidas y saludables de ocio nocturno, que sean gratuitas para jóvenes y adolescentes.

Para  ello demandan una partida de recursos, tanto económicos como materiales, que incluya infraestructuras y autobuses, para realizar actividades intermunicipales donde poder conocerse y crear vínculos e identidad serrana. Y que no sea flor de un día, sino algo sólido y permanente para crear referentes saludables en el tiempo libre en toda una generación.

Sabemos que quizás parezcan muchas cosas, pero poco a poco se pueden conseguir. Hay pueblos de la zona que llevan años sin trabajar con la población juvenil, por lo que parece que se han olvidado de ellos y ellas, no les dan voz, no se les escucha, no se sabe que existen, siempre en la calle pasando frío y ya es hora de que les prestemos atención. Es desalentador y frustrante ver como sus peticiones saludables se quedan en agua de borrajas.

Y cuando aparecen en las noticias es para culparles de la propagación del virus y decir que son unos rebeldes, ¿acaso no lo hemos sido muchas personas?, ¿será que les estamos dando motivos para ser más rebeldes?
¿Es tan complicado que desde ayuntamientos, asociaciones y técnicos podamos trabajar juntos por y para ellas y ellos?, sabemos que hay muchas formas posibles… ¿lo intentamos?

Respondan en casa familias. Respondan en sus despachos trabajadores del gobierno, ayuntamientos, técnicos o asociaciones.

¿Es tan difícil qué jóvenes y adolescentes de la Sierra Norte sean escuchados cómo las demás personas?

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