Ignacio Ubeda: Mirando la Sierra del Rincón con otros ojos

Eres licenciado en Ciencias Ambientales, ¿Qué hace un licenciado en estas materias?
Ciertamente, la carrera de Ciencias Ambientales está más relacionada con la química, la bioquímica, la física, el cálculo integral, la gestión de proyectos y la evaluación de impacto ambiental que con los espacios naturales, pero mi temprana afición a la ornitología me ha llevado a recorrer infinidad de áreas protegidas de toda España que eran los lugares donde iba a ver pájaros y de ahí nace mi interés por la gestión de dichos emplazamientos. Tanto es así, que mi proyecto de fin de carrera versaba sobre los espacios naturales protegidos de la Comunidad de Madrid.
¿Cómo llegas a la Sierra del Rincón?
Yo pienso que el origen de que mi destino laboral acabara siendo la Sierra del Rincón surge precisamente a raíz de hacer mi proyecto de fin de carrera sobre los espacios naturales de la Comunidad de Madrid en el momento concreto en que la Sierra del Rincón llevaba poco tiempo declarada Reserva de la Biosfera. En aquella época durante la elaboración de mi proyecto, las visitas a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio eran constantes para solicitar cartografía oficial, mapas e información de todo tipo y allí tuve la oportunidad de conocer a personas de la administración que amablemente me atendieron y me resolvieron todas las dudas que tenía, entre ellas, la de cómo podía encontrar trabajo en alguno de los espacios naturales que gestionaban. Las respuestas fueron agridulces porque para acceder a puestos de la administración y concretamente las de gestión directa de los parques regionales de Madrid había que opositar y competir contra gente mucho mayor que yo y muy preparadas. Por otro lado existía la posibilidad de trabajar en la Red de Centros de Educación Ambiental que los gestionan las empresas adjudicatarias de los concursos que cada pocos años se convocaban y aquella opción me pareció más tangible de modo que dediqué varias jornadas a recorrer la ciudad e internet presentando personalmente mi currículo y dándome a conocer en las cinco o seis empresas principales de Madrid. Al poco tiempo el trabajo dio sus resultados y tras una entrevista, una de aquellas empresas me llamó para trabajar en el programa de dinamización en un espacio protegido del que apenas había oído hablar a pesar de ser madrileño, la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón, dependiente del Área de Educación Ambiental. Y así es como acabé viviendo y trabajando en uno de los lugares más escondidos y desconocidos de la sierra madrileña.
¿Qué diferencias más allá de los arboles ves desde los campos de Martos a las campos del Rincón?
Efectivamente las diferencias de vegetación y clima son evidentes entre un pueblo de Andalucía y la sierra de Madrid, lo que yo destacaría más son las similitudes: dos lugares geográficamente separados pero que comparten la secular modificación agrosilvopastoral del paisaje sin que haya mermado la biodiversidad. Puntualizar como diferencia que el cultivo de los campos de olivos centenarios del entorno del municipio de Martos, en Jaén, en los últimos años se han intensificado e industrializado en algunos aspectos. En contraposición, pienso que los campos de la Sierra del Rincón se están renaturalizando a causa del lento abandono de los oficios tradicionales.
De Argüelles a la Sierra, que encuentras en estos pueblos para quedarte
Lo primero que encuentro es un trabajo que justifica el que traslade mi residencia del centro de Madrid a un pueblo de apenas 100 habitantes. En segundo lugar encuentro un entorno natural que jamás habría pensado que estuviera tan cerca de Madrid, es decir, mi gran pasión. En tercer lugar encuentro un estilo de vida lejos de la superficialidad material, un estilo de vida totalmente original, cercano, apegado a la tierra y las tradiciones, en definitiva unos municipios que por su cercanía a la capital me permitían disfrutar de las cosas buenas de ambas ubicaciones: el pueblo y la ciudad.
¿Como te recibieron los vecinos de la Sierra?
El recibimiento por los vecinos fue progresivo afectivamente hablando, el carácter serrano es duro y quizás desconfiado, sólo al principio, puesto que son comunidades pequeñas, todos se conocen entre todos y de alguna manera somos “intrusos” que aparecemos de repente en su pueblo.
Como en todo, no se puede generalizar, hay excepciones y buena parte de los habitantes de esta zona que conozco me abrieron las puertas de sus casas desde el primer día. Supongo que la dureza del carácter serrano se contrarresta con el sentimiento de ayuda al prójimo que en lugares tan apartados como éste se hacen imprescindibles.
Háblame de tu libro. Algunos pueden decir otro libro más sobre la Sierra del Rincón. ¿Qué aporta tu trabajo?
Existe bastante bibliografía sobre la Sierra del Rincón, la mayor parte de ella de carácter científico relacionado con el Hayedo de Montejo o del ámbito del ocio, el senderismo y el turismo rural.
Esta publicación es novedosa en cuanto al formato y su destinatario.
En cuanto al formato porque es un libro de pocas palabras, como yo, y mucha información visual, fotografías. Las dimensiones lo hacen apropiado para tenerlo encima de una mesa de un salón, de un cuarto de estar, un despacho, etc y no para estar en una estantería, en terminología inglesa los denominan “coffe table book”. Es un libro con mucho componente estético.
En cuanto al destinatario es novedoso porque está dirigido a los habitantes de la Sierra del Rincón, que son los que van a reconocer los paisajes que en él aparecen y además con este libro pueden presumir allá por donde vayan del lugar tan maravilloso en el que viven.
Tengo que añadir que es novedoso también porque dudo que haya otro libro hecho con tanto cariño como éste.
¿Cuál es el mayor peligro que tienen estos pueblo?
Se habla mucho sobre el despoblamiento como principal amenaza pero en mi opinión estos pueblos sólo se despoblarán de lunes a viernes, se transformarán en otra cosa distinta de lo que hoy conocemos, se parecerán más a resorts turísticos y el peligro será la pérdida de la parte cultural que rodea a las tradiciones de estos pueblos incluyendo la agricultura de variedades locales.
Por otro lado el sector de la ganadería se ve comprometido por diversos factores económicos y políticos y con su desaparición cambiaría mucho el paisaje, la matorralización de los prados y dehesas sería imparable con el consiguiente peligro de incendio.
Un aspecto de la Sierra del Rincón que te llame la atención, pero que no suela salir en las guías
Claramente los olores y los sonidos. Difícilmente pueden transcribirse en una guía. Los sonidos se pueden grabar y reproducir en múltiples formatos pero alguien alguna vez ha grabado el sonido leve de la nieve al caer o lo que es más difícil, alguien ha grabado el silencio de las noches de invierno en un entorno montañoso? Ese silencio se hace aún más patente cuando el entorno está cubierto de nieve, es impresionante.
Y de los olores qué decir….es de los sentidos más evocadores que hay, si no el que más. Muy típico el olor de leña entre las casas de piedra o el olor de la tormenta pero los que salimos más al campo nos llama mucho la atención el tufo almizclado que de repente te golpea en la cara cuando pasas cerca del lugar donde orinó un zorro, o cuando pisas una mata de cantueso…etc
Estos sonidos y olores son perceptibles cuando no tienes ninguna otra distracción cosa que suele suceder cuando te adentras en los bosques de la Sierra del Rincón ya que nos encontramos en la zona de Madrid con menor densidad de población y raramente la presencia de otra persona interrumpirá tus sensaciones.

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