I Jornadas de Recuperación Histórico Patrimonial de Piñuecar Gandullas

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Los días 2 y 3 de junio se celebraron las I Jornadas de Recuperación Histórico Patrimonial de Piñuecar Gandullas. Organizadas por la Asociación El Parapeto de Gandullas, contaron con la colaboración del Ayuntamiento de Piñuecar Gandullas y de otras instituciones como el Centro Educativo García Lorca de México.
Los objetivos de la Asociación son promover la recuperación y conservación del patrimonio existente de los restos de la Guerra Civil española en la sierra norte de Madrid, la inquietud de poner en valor dicho patrimonio y los testimonios orales para reconocer su importancia histórica.
Estas primeras Jornadas las hemos dedicado a la figura de Max Salomon Schwarz. Y ha sido la azarosa vida y sus infinitas felices coincidencias las que nos han traído hasta aquí. Todo empezó hace diez años cuando Rosa Fajardo Heras inició una investigación sobre los hechos ocurridos durante la guerra civil española y su impacto en la población civil en Sierra Norte.
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Muchos han sido los testimonios por ella recogidos y muchas han sido las personas que le han enseñado lugares y le han abierto sus recuerdos. Su trabajo logró interesar a la entonces alcaldesa de Piñuecar Gandullas, Miriam Sierra Álvarez, y el Ayuntamiento señalizó una ruta autoguiada con paneles explicativos por los restos del frente que se ubican en el municipio.
Pasó mucho tiempo hasta que un albaceteño exilado en México llegó a Gandullas preguntando por la llamada «Peña del Alemán» y de casualidad conoció a Rosa Fajardo. Félix Fernández Molina, nuestro mexicano, había conocido al excombatiente republicano alemán que dio nombre a Cabeza Velayos. Por él supimos que Max Salomón no murió en el frente de Buitrago y muchas cosas más que nos contaría por la tarde.
Max Salomón Schwarz y Félix Fernández Lastra mantuvieron una estrecha relación que sus familias continúan hoy tras varias generaciones, y lo hemos podido comprobar en estas Jornadas. Los lazos de fraternidad y solidaridad que un día construyeron se mantienen hasta nuestros días.
El sábado por la mañana recibimos a las familias de Max y Félix en el Centro Polivalente de Gandullas. Más de 20 personas que viajaron desde diferentes lugares del planeta para rendir homenaje a sus antepasados. Félix y sus hermanos viven en México, los nietos de Max vinieron de México, Estados Unidos y Canadá. Otros descendientes vinieron de Francia y de otros puntos de la península.
El Centro también fue sala de exposiciones de nuestros artistas invitados para un evento tan especial: Ana Fernández Pinilla, Ana Llamas, Paco Racionero, Antonio Fernández Sánchez, Alfredo Moreno, Félix Fernández Molina y Pepe González. En una vitrina también se podían ver objetos y proyectiles antiguos recogidos por Carlos Puerto Clemot.
Por la tarde, se dio paso a las conferencias.
Empezó Carlos Puerto Clemot. Criado en Piñuecar, el «Parapeto de la Muerte» fue su lugar de recreo. Aportó una detallada descripción, fruto de su investigación, sobre la situación política previa a la guerra y los intentos de la columna del general Mola de conquistar Madrid entrando por la carretera de Burgos, actual A1, haciendo especial mención a Max Salomon.
Hemos sabido que Max Salomón Schwarz había combatido en la Primera Guerra Mundial, que llegó a España en los primeros años treinta del pasado siglo y que hablaba varios idiomas. Características excepcionales para aquella época y que seguro fueron las que le hicieron destacar en el frente y le valieron el aprecio de sus compañeros de lucha, pues cuando cayó herido en las calles de Buitrago se escuchaba «¡Han disparado al alemán, han disparado al alemán!» y lo dieron por muerto.
Félix Fernández Molina nos contó cómo empezó su exilio con diez años cuando le obligaron a salir del país con un pasaporte con la anotación «valedero para un solo viaje sin regreso». Nos trajo un libro precioso que ha editado, «Las cartas del Alemán». En él ha recogido las cartas que su padre, Félix Fernández Lastra, recibió de Max Salomon en las que le contaba las vicisitudes de su vida en el frente y después su periplo hacia el exilio hasta volverse a encontrar en México años después. Este libro, como él mismo dice, tiene el deseo de «llevar a cabo un acto de justicia y un logro más en la recuperación de la memoria histórica de España durante el periodo de la llamada Guerra Civil».
Terminamos el sábado con un emocionante y vibrante concierto de Rojo Cancionero. Y el domingo disfrutamos la primavera, el paisaje y las informaciones que nos iba facilitando nuestra guía, Rosa Fajardo, en el recorrido por el Parapeto. Para concluir en la Peña del Alemán con un sentido homenaje a las familias de Félix y Max, que hicieron posible este feliz encuentro, y «dedicado a todos (sin exceptuar bando) los que lucharon dando su vida, su sangre, su libertad o padecieron el dolor de vivir alejados de los suyos fuera de la querida Patria, a los que con inocencia lucharon por el bien de España».
Desde la Asociación El Parapeto de Gandullas queremos hacer un especial agradecimiento al alcalde de Piñuecar Gandullas, Juan José Suárez del Pozo, por su respeto, su apoyo y su tolerancia a estas Jornadas.
Se pueden hacer rutas guiadas contactando con la Asociación El Parapeto de Gandullas en parapeto.gandullas@gmail.com
texto: Asociación El Parapeto de Gandullas
fotos: Javitxu Jiménez, Paco Molinera, Pilar Clúa Nieto

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