Más antigua, pero siempre proscrita: Sieteiglesias

 

 

 

José Enrique Centén Martín
Sieteiglesias, apareció fugazmente en el programa  Ruta 179 de Telemadrid, Lozoyuela-Las Navas-Sieteiglesias, parte de culpa tiene Telemadrid por no documentarse, pero mucha mayor es de la Corporación Municipal por la marginación sistemática desde su integración en un solo Ayuntamiento en 1973, cuando tenía el propio, con escuela, maestra, dicen que antiguamente existió Casa de postas y hasta cárcel/calabozo.
Podría situarse como asentamiento alrededor del año 800,  sobre una ramificación de la vía romana 25 del itinerario de Antonino (211-217), camino que partiendo desde Toletum (Toledo), unía Titulcium (Titulcia) con Complutum (Alcalá de Henares), subiendo hacia Valdetorres del Jarama,  Torrelaguna,  El Berrueco y pasando el arroyo Jóbalo a través del puente romano de Sieteiglesias (medieval), pero posiblemente sobre los basamentos de un puente romano, se puede ver el itinerario por donde discurría la calzada romana, seguramente las piedras del puente y de la calzada sirvieron en épocas posteriores para cerramientos de parcelas o construcción, como ocurría habitualmente con todas las vías romanas en desuso. El paso por el Jóbalo conducía Mangirón y Buitrago de Lozoya camino de Somosierra, donde aún se puede ver la calzada romana en dirección Sepúlveda para unirse con Segovia, entroncando la Ruta de la Plata, el eje Norte-Sur de Andalucía-Galicia con Zaragoza.
A partir del siglo XI, Sieteiglesias, queda unida al territorio de la «Tierra de Buitrago», que aparece citada por primera vez en el año 1076, por lo tanto corrobora su aparición muy anterior, al ya poseer nombre registrado, y su Necrópolis efectuada por los habitantes de la población. En cuanto al topónimo del pueblo puede que sea como lugar de recogimiento al ser tierra pobre, pedregosa y de escasa población, donde se instalasen eremitas o anacoretas tan propios de la Alta Edad Media (siglos V al XII), 7 el número de ellos, solo a través de los más viejos del lugar, se sabe algún nombre como prado de san Pablo, san Blas, del obispo, otros olvidados o difícil de encontrar y con escasos restos, posiblemente en fincas particulares, algunas construidas.
En 1910 Sieteiglesias contaba con una población de 157 habitantes, siendo considerado uno de los pueblos más pobre de la provincia, con un pago de contribución al Tesoro en el año económico de 1899 a 1900, de 1.890 pesetas y por contingente provincial, 294, por la pobreza de sus tierras, de escasa agricultura, solo aprovechable para el ganado.
Lo paradójico es que en la presentación de la Ruta 179, en Las Navas y Lozoyuela participaron vecinos de la poblaciones, pero en Siete iglesias, solo una persona ajena a la localidad presentó Sieteiglesias, dado que una vecina no quiso vestirse con el traje típico si no se hablaba del pueblo y en el pueblo, pero la corporación solo querían la foto en Lozoyuela. El poco acierto del Ayuntamiento y el desprecio hacia esta localidad desde siempre quedó demostrado. Solo habló una persona ajena al pueblo, enseñando la Necrópolis, así como del Puente romano, con comentarios desacertados, señala la cantera, como si fuese algo importante del pueblo, cuando no hay canteros y de dudosa propiedad municipal, cantera que lo único que hace es destrozar el cauce del Jóbalo por los desechos que vierten en él. Olvida la Iglesia, que austera, como todas las de la zona, es de mampostería, con una elevación a manera de coro, orientada al Este, con un porche cubierto que antiguamente servía de lugar de reunión para los habitantes. Sieteiglesias tiene ante todo historia, siendo de las tres poblaciones la única que ofrece posibilidades de explotación turística, bien administrada.
Hoy en el siglo XXI, sigue igual de abandonada incluso pretenden, por desconocimiento o desinterés, ignorar su historia. El abandono se ve, porque dándose el caso de ser posiblemente, de los tres municipio, el de mayor porcentaje en tasa de natalidad, poblada en los últimos años por gente joven y en edad de procrear, pero ignorada y abandonada por toda la Corporación Municipal, gobernantes y oposición. Vecinos en el 2015, solicitaron 4 cubos de basura y uno de cartón, el arreglo de un tramo inacabado de 25 m. de acera. Arreglo del abandonado parque infantil, se limitaron a poner un tablón en la única mesa que hay, el parque sigue abandonado, sucio, y peligroso para los infantes, se dio alternativas, tres cosas y dos años después, nada.
Navas de Buitrago, de los tres municipios, para mí, el más bonito y arquetipo típico de pueblo serrano, se creó entre finales del siglo X y principios del XI, producto de la repoblación que se realizó tras la Reconquista, en su mayor parte con pastores de Segovia que se establecieron en Buitrago. Pasaron decenios y algunos pastores se instalaron y crearon Las Navas de Buitrago. La primera partida de bautismo de la parroquia de Santa Cruz que aparece inscrita tiene la fecha del 4 de mayo de 1663. La Navas en 1910 constaba de 245 habitantes, pagó de contribución al Tesoro en el año económico de 1899 a 1900, 4.176 pesetas y por contingente provincial, 647. Más rico en pastos y tierras de labranza. Aquí un par de vecinos hablaron de su pueblo y alrededores, y de la Iglesia único monumento a resaltar, mostrándose muy orgulloso de su pueblo, como es natural.
Alfonso VI, el 25 de mayo de 1085, capituló Toledo, capital de la Marca Norte, Madrid lo fue 2 años antes, y para favorecer la llegada de colonos cristianos se autoriza a éstos el aprovechamiento de los bosques y pastos hasta la Sierra, hasta los límites de Lozoya y El Berrueco, según puntualiza Alfonso VII en 1152. Pero hasta bien entrado el siglo XI  no se puede considerar la fundación de Lozoya mediante una repoblación de tierra conquistada, después de múltiples reyertas entre cristianos y musulmanes, repoblación realizada por pastores procedentes de Guipúzcoa, siendo vascos los primeros repobladores del valle.
Pasaron varios siglos y producto de la repoblación que se realizó tras la Reconquista, vecinos de Lozoya se cree que fundaron Lozoyuela alrededor del siglo XIV, de ahí el sufijo ela (de Lozoya), la primera mención conocida de Lozoyuela, es por el Marqués de Santillana cuando compuso «Serranillas», en el siglo XV. En Ruta 179, hay una presentación de la Iglesia construida en el siglo XVIII, pero se pasa por alto la ermita de mayor interés, del siglo XVII, muy pequeña, pero merece la pena visitar. Se habla de la Harinera cerrada en 1998, y solo se puede ver desde el exterior. Por fin se pasa a un lugar que por curioso y cuidado, merece ser visitado, el Estanco, donde Carlos presenta un documento de 1667. Si se está un poco atento, un vecino, no recuerdo si de Las Navas, comentó que el gentilicio de Lozoyuela es «locos», el presentador dijo se pueden enfadar, posteriormente Carlos, en el Estanco, presentó el documento donde venía el término Locoyuela, quisiera corregir el error, posiblemente por la edad esté algo deteriorado el documento, y puntualizar, sin ofender, ese es un error del vulgo, dado que en aquella época el analfabetismo era habitual, y los pocos que sabían leer, era lo básico. Los vascos trajeron su léxico, que enriquecieron el español, y con ellos la cedilla (Ç y ç) o ce caudata es una letra derivada del alfabeto latino usada actualmente en muchos alfabetos. Se trata de una «c» con una virgulilla debajo. El nombre cedilla es un diminutivo de la ceda visigótica, variante de la zeta o zeda que proviene del alfabeto romano derivada de una letra griega que corresponde a th del latino, y tenía su origen en un jeroglífico egipcio. La cedilla se originó en España como la mitad inferior de una z cursiva miniatura. La palabra «cedilla» es el diminutivo del nombre español antiguo de esta letra, la ceda (zeta). El gentilicio de los nativos de Lozoyuela es producto de la ignorancia, que lo expliquen para evitar la burla y dar un escarmiento de erudición a los ignorantes.

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