La HIruela acoge durante todo el año a decenas de visitantes los fines de semana; el tercer fin de semana de octubre desde hace once años es especial para este pueblo y sus vecinos. Ese día, este año el 22 de octubre, se celebra la fiesta del Pero. Artesanía para regalar y lucir; productos para deslumbrar los sentidos se unen a las manzanas y nueces que los vecinos recogen de sus huertos.
Aunque este año, la cosecha no ha sido especialmente buena, los visitantes que desafiaron a la amenaza de lluvia pudieron llevarse buenos ejemplares. {phocagallery view=category|categoryid=734|limitstart=0|limitcount=0}
La jornada en la fiesta del Pero se inicia antes de llegar al pueblo de La Hiruela. Los visitantes, que acuden desde Madrid u otros pueblos, empiezan a vivirla, cuando tras pasar la A-1 se adentran en las carreteras que nos llevan a La Hiruela; el colorido del otoño, con el matiz de la humedad impregnada en la ramas de las arboles y de los campos, las nubes agarradas a las montañas, crean el ambiente especial.
Una vez aparcados, con la ayuda de voluntarios de Protección Civil, procedentes de varios municipios de la Sierra, se podían recorrer las calles, ver un pueblo cuidado y comprar pan del Hayuco de Montejo, Ahumados de Madarcos, Quesos de San Mames o elaborados aceites de Navalafuente…
Actividades muchas: sendas guiadas, un taller de injertos, un espectáculo de magia y un taller de danzas del mundo; además de la actuación de Repiques Serranos. Y como no, la degustación de migas y ostras (rodajas de manzanas rebozadas en huevo).