He tenido la fortuna de poder viajar con la caravana del 15 al 25 de Julio.
Lo que más me sedujo de este proyecto fue su carácter reivindicativo y el objetivo de mostrar nuestro apoyo directo a las personas refugiadas y poder decirles cara a cara que nosotras, la gente normal y corriente sí estamos a favor de que vengan con visados humanitarios y pasaje seguro. Y que son nuestros gobiernos, los del estado español y la Unión Europea los que están poniendo trabas para que vivan en Europa, rehagan su vida y esperen en un lugar seguro a que la guerra termine.
5 autobuses. 260 personas de entre los 15 y los ¡86 años!! Mujeres y hombres de más de 20 ciudades del territorio español. 3.500 kms de viaje…
Paramos en Barcelona, nos acogió la ciudad, los colectivos organizadores y su alcaldesa.
En Milán nos encontramos con las compañeras que apoyan allá a las personas refugiadas y sentimos el calorcito humano de los y las compañeras de Ri-Maflow, una fábrica tomada por los obreros para evitar el vaciado de las instalaciones y que se llevaran las máquinas y que han transformado en un espacio fundamental de la economía solidaria. Allá dormimos y desayunamos. Nos esperaba un largo viaje.
Ferri a Grecia hasta Igumenitsa y de allá en bus hasta Tesalónica.
La acampada «No borders camp» nos acogió y nos sumamos solidariamente a ella, más de mil personas de todos los lugares del mundo convivimos allí 3 días (algunas más porque la acampada acababa el 25 de Julio). Además de nosotras, en más tiendas dormían cientos de personas que venían de los campos de refugiados para convivir, contarnos sus experiencias, denunciar y pelear juntas.
Cada relato era estremecedor, en nada diferente al que cuenta quien ha salido huyendo de las bombas y de la guerra. Es un relato atemporal, se puede escuchar de viva voz de las personas que tuvieron que huir en la guerra civil española, se puede leer en los testimonios que recogieron Mujeres de Negro contra la guerra de la ex-Yugoslavia. Nada nuevo en el miedo que, nos contaban las madres, tenían sus criaturas cuando un helicóptero o un avión sobrevolaba la acampada.
Nada nuevo en la rabia expresada en la gran manifestación que nos unió en Tesalónica el 21 de Julio. Más de 4.000 personas gritando «no borders»(no fronteras), «stop deportation», «Europa canalla, abre la muralla». Tratábamos de traducir nuestras palabras al árabe, al griego para que todo aquel que quisiera gritara con nosotras.
Los refugiados vienen y las armas de la UE y EEUU van. Y en el trasfondo la guerra.
La guerra que tiene el rostro de los que se lucran con ella: entre 2005 y 2014 los miembros de la UE otorgaron licencias de exportación de armas a Oriente Medio Norte de África por valor de 82.000 millones de euros.
El control de las fronteras al que la Unión Europea destinó 15.000 millones de euros en 2015 y se prevé aumente hasta 29.000 millones en 2022 está dominado por grandes empresas de armas (Finmeccanica, Airbus, Thales, Safran e Indra entre otras). Finmeccanica, Thales y Airbus ingresaron en 2015 la friolera de 95.000 millones de euros.
Grandes cifras que nublan la vista, el equivalente a varios rescates a la banca española. Y luego tienen la desfachatez de decirnos «que no hay dinero».
La guerra y el gasto militar los grandes culpables, sin cara pero con mucho rostro. Aquí tocamos a 718 euros por persona, que sepamos, ya que estos datos están muy ocultos.
Si nos preguntaran a cada una si dedicaríamos una parte para acoger a las personas que huyen de la guerra, del hambre, de la persecución política, estoy segura de que un muy alto porcentaje diríamos que sí.
Entramos a los campos de refugiados del puerto de Tesalónica, a los hoteles ocupados de Atenas, al campo de detención de Parenesti, nos gasearon en Xanthi… lo contaré en la siguiente crónica

Ahora, al acabar de escribir estas palabras nos llegan noticias de las compañeras que se quedaron en Atenas. El gobierno griego ha esperado a que se levantara el campamento no borders de Tesalónica y a que partiéramos de Atenas para desalojar el campamento del puerto del Pireo, tres casas ocupadas en Tesalónica que estaban siendo utilizadas como cobijo para personas refugiadas y para detener a dos compañeros de Iruña que estaban apoyando. Las casas han sido demolidas, las pertenencias de las personas refugiadas sepultadas y algunas personas han sido trasladadas a campos de detención.
Parece que ser que la solidaridad y apoyo mutuo mostrados por el pueblo griego no son compartidos por su gobierno.
Más información: http://caravanaagrecia.info/