Manuela González Martín de Hijas. El alma de la Quesería de San Mamés

Nació en San Mamés hace 48 años donde ha vivido hasta ahora. Después de estudiar, trabajó en casa con su padre, que era vendedor ambulante, hasta que se casó. Es una de esas mujeres que ahora llamaríamos emprendedoras, aunque ella cree que es todo mucho más sencillo. Parece tener el don de multiplicarse, porque trabaja en la explotación de cabras, en la quesería, vende sus productos en ferias y mercados. Se ocupa de los papeles de la empresa y de la casa. Los quesos del Santo Mamés tienen fama y prestigio y son parte de su vida. Últimamente le hacen muchas entrevistas, y es algo que no le gusta demasiado. Responde sin embargo a las preguntas con sencillez, entablando una conversación afable y desenfadada.


¿Cuál es el secreto de vuestros quesos?

Las cabras están todo el día en el campo, Y el pienso que les damos viene directamente de la era a las cabras, así que la leche es natural. Nuestros quesos son productos naturales y artesanos, hechos a mano. Y la quesería es una empresa familiar y pequeña.
¿Cómo es tener una pequeña empresa en el mundo rural?
Vivimos de lo nuestro, de lo que nos gusta y nuestro trabajo, pero es muy complicado y requiere mucho esfuerzo. Hay meses que los gastos superan a los ingresos y da malas sensaciones… Hay que hacer muchos números…
¿Cómo organizáis la comercialización?
A través de ferias, mercados ecológicos y de productos naturales y en los últimos meses en las ferias de la Cámara Agraria. También vendemos a grupos y a personas que nos conocen y vienen directamente a la quesería. Hay grandes superficies que se han interesado por nuestros quesos, pero pretenden quedarse con toda la producción y es algo que no nos interesa. No podemos competir con las grandes empresas y el producto no es el mismo. Además, abandonaríamos a nuestros clientes. Hay quien viene de Barcelona una vez al mes, exclusivamente a comprar nuestros quesos. Y esas situaciones me encantan. Me emociona y me llena de orgullo que haya gente que valore tanto nuestro producto.
¿Cómo es ser mujer y vivir en el campo?
A veces pienso que en mi familia sin mí, no podrían hacer nada… Siempre estoy ahí, en la quesería, con las cabras, en casa… No paro desde que me levanto hasta que me acuesto, me encargo también de los papeles, aunque me tienen que echar una mano con el ordenador, porque no lo llevo muy bien… Sin embargo, no me gusta pensar que soy especial. Pertenezco a una generación de mujeres del campo que nos criamos así y que nos gusta este tipo de vida. Y que hacemos lo que creemos que hay que hacer. Las chicas jóvenes que se han venido a vivir al campo ahora lo llevan de otra forma. No se si es mejor o peor, pero a mi me gusta mi vida como la vivo.
¿Cómo valoras la llegada de nuevos pobladores a la Sierra?
Me llevo muy bien con la gente que se ha venido de Madrid a vivir al pueblo. Solo me duele que algunos de los que se han venido a vivir a la Sierra intenten enseñarnos cómo tenemos que hacer las cosas. Me hace gracia que vengan a inventar lo que ya está inventado desde hace años… En el pueblo siempre hemos tenido fiestas, ha habido carnavales y vaquilla… Y yo siempre he estado ahí, ayudando a prepararlas. Y sigo haciéndolo, sobre todo en el tema de la comida. Por que sin comida y sin bebida no hay fiesta.
En la Sierra se han organizado Mercadillos Navideños. ¿Habéis participado? ¿Cómo valoráis la iniciativa?
No he participado. En Navidad hay muchos mercados y no tenemos género para tantos. Yo creo que con tanto mercado navideño se satura un poco a la gente. Además, los artesanos no podemos ser la principal atracción. A la gente le atraen otro tipo de acontecimientos festivos y culturales. Los artesanos podemos colaborar, dar ambiente y vender nuestros productos pero no ser el eje que atraiga. Yo creo que no es bueno que haya cuatro mercados seguidos en pueblos vecinos. Representa mucho esfuerzo para muy poco rendimiento. Pero además, hay componentes fundamentales que hacen que los mercados y las ferias sean buenas: el ambiente creado, la participación de la gente del pueblo, la acogida…
¿Cómo fomentarías los productos artesanos de la Sierra?
Creando una marca de productos tradicionales que no tenga el mismo trato que otras marcas industriales. Porque no tenemos la misma capacidad, ni vamos dirigidos al mismo público, ni trabajamos en las mismas condiciones.
¿Te gustaría que tus hijos siguieran con la quesería?
Me gustaría que siguieran con el negocio, aunque no les veo con mucha ilusión. Mientras que estemos nosotros, echan una mano y son parte de la empresa… pero luego ya veremos. Sin embargo, creo que se quedarán a vivir en el pueblo. Están a gusto aquí y no echan de menos la ciudad. Aunque bajan a Madrid de compras, al cine o a salir alguna vez.
Pide algún deseo para el año que entra…
A nivel personal me conformo con no empeorar, porque ahora estoy muy a gusto. Para los demás pido más trabajo, más felicidad y que se acabe tanta maldad de los hombres contra las mujeres.

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