“Cruzando el charco” en Prádena del Rincón

Cuando decimos que Prádena del Rincón es un pueblo de novela es porque aún desconocemos ese quehacer de antes y ese ritmo de vida que con frecuencia retrataban los pintores románticos. 

De ese caminar sobre las nubes, de ese sentir nostálgico que se exaltaba por aquel entonces en los lienzos, nos llega una historia que muestra otra manera de observar el mundo y de pintar su escenario. 

Todo comenzó el 31 de agosto del año 2000. Sobre este inicio, quizás cabe preguntarse cómo fue aquel verano en Prádena. No sabemos si el paisaje era como una de esas pinturas acariciadas por la brisa, salpicadas de un azul cerúleo casi púrpura de puro cadmio, como si las hojas de los robles se hubieran coloreado, igual que la cola de una ardilla cuando siente calor y eriza su pelo al aire. Quizás aquel día los caminos de tierra se llenaron de niños que cruzaban el bosque en busca de dos ciervos volantes que se batieran en combate. También puede ser que las alas irisadas de los licénidos se filtraran entre los troncos de los arces y, así, cada tanto, un triguero, un gorrión o un cuco en movimiento. 

Quién sabe.

Lo cierto es que aquel verano un pintor de reconocido prestigio viajó hasta Prádena del Rincón, se sentó en un banco de madera al pie del ayuntamiento y observó, con detenimiento, el paisaje y el monumento que tenía ante sus ojos. En aquel momento, la iglesia de Santo Domingo de Silos se alzaba en todo su esplendor, coronada además por el inconfundible vuelo de un par de vencejos. Alfredo Ramón, el pintor, acostumbrado a retratar lo auténtico de cada lugar, lo cotidiano y lo nostálgico de cada sitio, sacó su bloc de dibujo y comenzó a esbozar. 

¿Cuántos trazos hacen falta para mostrar el lenguaje iconográfico de una iglesia? ¿Puede el ocre dorado mostrar la huella del románico? ¿Cómo plasmar la luz que enmarcan los arcos de estilo mudéjar del campanario?

Alfredo Ramón embebió el papel de aguadas. Una pizca de siena tostado para el enlucido, una mancha de ocre amarillo para el mampuesto del muro, una chispa de pardo de Van Dyck y de gris Payne para las sombras del acanalado y, ¿para el cielo?, ¿cómo es el cielo de Prádena del Rincón, Alfredo? Para el cielo, un azul de Prusia, un ultramar y dos granos de amarillo de Nápoles —imaginó el artista.

Agradecimientos.

El 31 de agosto del año 2000, Alfredo Ramón vino a Prádena del Rincón para pintar la iglesia de Santo Domingo de Silos. Alfredo Ramón fue un pintor singular que retrató magistralmente los paisajes urbanos de París, Londres, Nueva York y, sobre todo, Madrid. Sin abandonar nunca la figura humana, especialmente la femenina, este pintor fue uno de los máximos exponentes de la pintura española del siglo XX. 

La acuarela que pintó aquel día de la iglesia estuvo expuesta en la Galería Durán, sita, por aquel entonces, en la calle Villanueva 30, Madrid. Posteriormente fue comprada y adquirida por una mujer norteamericana. Sin querer o queriendo, Alfredo Ramón ha llevado a Prádena del Rincón al otro lado del charco. Algo tan anecdótico y peculiar que no puede dejarse pasar. 

Agradecer a Linda Hament, representante de Alfredo Ramón, su lindo testimonio. Gracias a sus palabras hemos podido recrear un pequeño artículo sobre el paso de este pintor por Prádena del Rincón. Subrayar también que Linda Hament, como representante, colaboradora estrecha del pintor y heredera universal de su obra, da su consentimiento legal en la publicación de este artículo, así como las fotografías.

Agradecer también a Natalia Rojas, bióloga en la oficina técnica de la RBSR, sus aclaraciones acerca de la fauna y flora de Prádena del Rincón. Gracias a esa información hemos podido contextualizar el entorno natural de este territorio. 

Autoría del relato: Carolina Olivera

Técnica de turismo en el Ayuntamiento de Prádena del Rincón

4 Comentarios sobre "“Cruzando el charco” en Prádena del Rincón"

  1. Un artículo preciso, te traslada al momento en que Alfredo Ramón comenzó a visualizar el modo en que iba esbozando la imagen de la Iglesia y su entorno. Magnifica mezcla de colores.

  2. carolina olivera | 21/02/2025 at 1:38 pm | Responder

    Muchas gracias por vuestros comentarios. Agradecer sobre todo a Linda Hament su lindo testimonio.

  3. Me ha gustado mucho el comentario sobre la presencia del pintor, Alfredo Ramón en Prádena del Rincón.

  4. Magnífico comentario periodístico sobre la obra y del pintor en Pradenas. Gracias.

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