Sobre el Futuro del Belén Viviente de Buitrago

Estimado lector, antes de abrumarte con lo que voy a contarte, me voy a presentar. Soy Andrés, un joven de 34 años oriundo de Buitrago del Lozoya y el presidente de la Asociación Cultural «Belén Viviente de Buitrago del Lozoya» desde hace nueve años.

Me lanzo a escribir estas duras líneas tanto para la reflexión de las gentes de mi municipio como para todos mis vecinos de la Sierra Norte. La tradición serrana que popularmente conocemos como «el Belén Viviente» se lleva representando treinta y tres años, es sin duda la tradición más arraigada del municipio de Buitrago del Lozoya y la única que puede estar orgullosa (entre otras muchas cosas) de ser intergeneracional, capaz de acoger gentes de diferentes ideas y culturas. Podemos encontrar niños de 5 años y abuelos de 82 compartiendo una misma escena, adultos con ideas políticamente opuestas, pero que en época de Belén Viviente se unen para empujar un carro o levantar una pesada artesa. ¡Qué maravilla! ¿Verdad? En el Belén Viviente siempre hemos estados orgullosos de esto y hemos intentado potenciarlo. Entonces, ¿qué está pasando? Te lo cuento. 

Cuando asumí la responsabilidad de gestionar el Belén Viviente junto a otros jóvenes del municipio, sabíamos que el Belén Viviente requería mucho esfuerzo, muchísimo. Son horas y más horas de trabajo, con indiferencia de si hace frío, nieva o llueve, sacrificar prácticamente la totalidad de tu tiempo libre con tu familia de noviembre y diciembre, incluso cogerte vacaciones en el trabajo para poder llegar a todo. Horas de burocracia, contratos, permisos, seguros, licencias… un esfuerzo realmente ingente. Prueba de ello, es que durante mis nueve años de mandato la directiva de la asociación ha sufrido muchas idas y venidas de jóvenes que iban abandonando debido al desgaste que os acabo de contar, y otros que casi arrastrados por la presión, tímidamente se animaban a intentarlo.

Ahora mismo estamos en una situación crítica. Las cinco personas que dirigimos la asociación estamos sobrepasados, orgullosísimos de estar donde estamos, pero declarados incapaces de continuar esta noble tradición si no hay un fuerte impulso por parte de la juventud. El Belén Viviente es capaz de absorber todo el tiempo que quieras dedicarle, pero si lo amas también es capaz de ponerte los pelos de punta cada vez que escuchas la introducción de Eusebio cuando se apagan las luces de la plaza, o robarte unas lagrimillas tontas de emoción cuando salen familias enteras alabando lo que acaban de ver y diciéndote literalmente que «Hemos creado magia, que la Navidad es nuestra», y aún hay más; puede regalarte muchas risas y anécdotas con tus compañeros mientras se monta y coloca el atrezzo, buenos ratos en las meriendas y comidas que se organizan… Alrededor del Belén Viviente no solo hay esfuerzo, también hay nuevas amistades, momentos divertidos, convivencia, entendimiento, empatía y un montón de buenas emociones que merecen la pena vivir.

Yo estoy convencido de que no tengo la exclusividad de sentir las emociones que os he descrito, y que otros jóvenes serían capaces de sacar esta tradición adelante. El gran problema que tenemos es un vacío generacional entre los quince y los cuarenta años que no hemos conseguido (o quizá no hemos sabido) involucrar. La realidad es que este año 2023 es nuestra XXXIII edición y nos hemos visto obligados a reducir los días de representación de cuatro a dos, así como reducir aforos e incrementar el precio de la entrada, debido a que nuestra capacidad de gestión es finita y muchos servicios deben externalizarse a empresas ante la ausencia de voluntarios y colaboradores.

Si no hay un cambio significativo, estaremos casi con total seguridad ante la última edición del Belén Viviente que organice esta asociación. Os preguntaréis: entonces, ¿está todo perdido? Pues vamos a intentar que no, y para intentar revertir esta situación hemos convocado una reunión abierta a todos, vecinos, socios, actores, amigos, simpatizantes… cualquier persona que considere que merece la pena luchar por el Belén Viviente, pero principalmente a la juventud, que es a quien el Belén Viviente necesita. Será el 16 de septiembre a las 17h en el Salón de Actos del edificio municipal que hay en la Plaza del Castillo, en Buitrago del Lozoya.

Es mi mayor deseo que a esa reunión acuda un grupo de personas comprometidas, y que, junto a mí y al resto de la actual junta directiva, seamos capaces de mantener el orgullo que esta noble tradición merece. A los jóvenes os pido que no caigáis en la simplicidad de pensar que «¡Bah, ya lo hará otro!» que todo lo que vale la pena tener en la vida merece al menos el esfuerzo de conseguirlo y nadie nos va a traer a casa los resultados. Os pido que seáis parte de la solución, que os sintáis vivos y parte importante de vuestro pueblo y vuestra tierra, que empujéis para que no se pierdan las costumbres, porque si no somos capaces de continuar tradiciones como esta, sin duda estaremos dejando escapar entre los dedos una parte esencial de nuestra identidad.

Deseo de veras que este artículo haga reflexionar a la gente joven y entre todos seamos capaces de seguir llevando el Belén Viviente a lo más alto.

Fdo. El Presidente. Andrés Muñoz Gutiérrez, en nombre de la Junta Directiva de la Asociación Cultural Belén Viviente de Buitrago del Lozoya.

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