SARA ÁGUEDA – A los baños del Amor: Ellas renacen en Villavieja

La práctica musical de las mujeres en el Renacimiento era conocida sobre todo en su faceta religiosa. Los conventos albergaban una práctica musical estricta para celebrar todos los oficios del día, y en los conventos de mujeres esta práctica debía ser liderada por ellas mismas. Como dato curioso tenemos que las mujeres que ingresaban en los conventos debían pagar una dote (como pasaba en los matrimonios) pero si eras una mujer instruida en el arte de la música se daba por pagada esa dote.

Durante todos estos años de investigación musicológica se ha reiterado la práctica musical de las mujeres en el ámbito religioso, incluso se ha llegado a encontrar en el Libro de Cifra nueva para tecla, arpa y vihuela de Venegas Henestrosa (1557) una pieza compuesta por una mujer: Conditor almis , firmada por una tal Gracia Baptista, cuyo nombre aparece entre los más grandes del momento como Antonio de Cabezón o Cristóbal de Morales entre otros. Esta obra de Baptista se convierte por tanto en la única obra compuesta por una mujer en el siglo XVI en toda Europa, entendiendo que la mayoría del trabajo de las mujeres probablemente se firmara bajo el anonimato o bajo el nombre de un hombre, como ha sucedido en la historia de la música hasta principios del siglo XX.

Pero, ¿qué sucede con la práctica musical femenina fuera del marco religioso?, ¿acaso las mujeres no se acercaban a la música por placer o entretenimiento? Hasta hace escasos años no teníamos ninguna fuente que nos informara de esta práctica y gracias a la labor musicológica de Ascensión Mazuela-Anguita hemos descubierto que muchas mujeres eran contratadas para ese fin fuera del marco eclesiástico. A través del análisis de documentos de la Inquisición descubrimos que había mujeres, muy instruidas en la práctica musical, que no solo tocaban varios instrumentos, sino que también se acompañaban al canto y eran contratadas como “criadas” para amenizar encuentros de mujeres en las altas clases sociales.

Ellas renacen es un programa que recrea esa práctica musical de la mujer renacentista fuera del marco secular, donde la intérprete Sara Águeda tañerá el arpa de dos órdenes (uno de los instrumentos más importantes del Siglo de Oro) y pondrá voz a muchas de los romances y canciones del Siglo XVI que hablan en femenino.

VILLAVIEJA DEL LOZOYA
Iglesia Parroquial Inmaculada Concepción
26 de agosto, 20:00h

1 Comentario sobre "SARA ÁGUEDA – A los baños del Amor: Ellas renacen en Villavieja"

  1. Pascual Ludeña | 12/09/2023 at 9:51 pm | Responder

    Asistí al concierto de arpa.
    La verdad me pareció una maravilla y me recordó de alguna manera
    el «Cántico Espiritual» de San Juan de la Cruz y su historia personal, su proyecto de reforma de la orden de los carmelitas descalzos, junto
    con Teresa de Avila, que le costó prisión en Toledo. Una vida apasionada. Era hacia 1577, una época interesante.
    Gracias Âgueda por este momento.

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