con imágenes del Hayedo de Montejo, Puebla de la Sierra o Madarcos, entre otros – Bajo el título de Alma Tierra, incluye más de 65 de instantáneas de 26 comarcas españolas

La Comunidad de Madrid dedica una exposición a la despoblación del mundo rural a través de más de 65 instantáneas tomadas por el fotógrafo José Manuel Navia. Incluye 26 comarcas españolas, entre las que se encuentra la Sierra Norte madrileña. Podrá visitarse en el Centro Comarcal de Humanidades Sierra Norte de La Cabrera hasta el 1 de octubre, con entrada gratuita.

La muestra, que forma parte del programa oficial de PHotoEspaña y está organizada en colaboración con Acción Cultural Española, parte de un viaje fotográfico que llevó a Navia a explorar diversas comarcas naturales especialmente significativas para mostrar la crisis demográfica. Un periplo por la denominada España vaciada que, en palabras del autor, es más bien un territorio que no está vacío, sino lleno de cultura, patrimonio y saberes tradicionales. 

Este recorrido geopoético y visual parte de un proyecto inicial de en torno a 60 fotografías que, con motivo de esta exposición, se ha ampliado con imágenes de nueva creación tomadas en la Sierra Norte de Madrid. En este sentido, en Alma Tierra aparecen 25 territorios: de La Bureba en Burgos al Campo de Montiel en Ciudad Real, pasando por el zamorano Campo de Aliste, el Maestrazgo (entre Teruel y Castellón) o la cacereña Tierra de Trujillo. A ellos se suma, de manera especial para esta muestra, la zona de la Sierra Norte de Madrid, con imágenes del Hayedo de Montejo, Puebla de la Sierra o Madarcos, entre otros

Un conjunto de fotografías que reúne imágenes tomadas sobre el territorio y el trabajo de archivo y que el autor no conceptúa como una denuncia o una búsqueda de soluciones a la despoblación rural, sino como un trabajo de creación que ofrece una visión personal sobre estos territorios y el paso del tiempo, como manera de revalorizar su cultura y forma de vida.

La línea estética de este proyecto está marcada por cuatro constantes en la trayectoria de Navia: la naturalidad, la distancia, las luces bajas y la nostalgia. Una de las premisas fundamentales de su trabajo es la búsqueda de un estilo natural. A lo que se une la distancia, es decir, encontrar la cercanía con las personas e incluso la cercanía con los paisajes. Todo ello es tratado con lo que en lenguaje fotográfico se denominan luces bajas, que reflejan estados de ánimo o sentimientos complejos que enfatizan la nostalgia, omnipresente en sus trabajos. 

UNA MIRADA LÍRICA AL MUNDO RURAL Y CAMPESINO

La exposición hunde sus raíces en lo que ha sido una constante a lo largo de la historia de la fotografía: el mundo rural. En el caso de España, fotógrafos nacionales e internacionales se han sentido atraídos por captar las esencias de este mundo, desde Jean Laurent hasta José Ortiz Echagüe, pasando por Otto Wunderlich, Antonio Passaporte, Margaret de Michaelis, Eugene Smith, Nicolás Muller, Virxilio Viéitez, Piedad Isla, Cristina García Rodero o Carlos Flórez.

A ellos se une José Manuel Navia con este proyecto, caracterizado por una mirada con la que parece asistir al final del proceso que concluirá con el fin de la cultura rural, a la vez que capta con un profundo lirismo la esencia del entorno campesino. Un homenaje a las personas que, con energía, resignación o ilusión resisten y pelean cada día por poblar un mundo rural que se desvanece.

Además, la muestra tiene un fuerte componente literario, que no solamente está presente en el texto del catálogo (escrito por Julio Llamazares, autor de La lluvia amarilla en 1988), sino también en las abundantes citas a cargo de autores como Unamuno, Machado o Caro Baroja, hasta los pensamientos y reflexiones de los protagonistas de las fotografías o las reflexiones del propio Navia.

SOBRE JOSÉ MANUEL NAVIA

José Manuel Navia (Madrid, 1957) está considerado es uno de los fotógrafos documentalistas más importantes de nuestro país, creador de un lenguaje y una mirada únicos.

Ha recibido el Premio FotoPress (1987, 1989, 1990 y 1991) en distintas categorías, el Premio Godó de Fotoperiodismo (1999), el Premio Imagen 2006 de la Sociedad Geográfica Española y el Premio Piedad Isla en 2021, entre otros. Su obra se encuentra en las colecciones del Museo Municipal de Arte Contemporáneo de Madrid, la Colección de la Comunidad de Madrid, la Colección de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, el Museo Marugame Hirai de Japón, la Colección de fotografía del Ayuntamiento de Alcobendas, o la Fundación Antonio Pérez de Cuenca, entre otras.