Un trocito de la Finlandia mágica en Lozoyuela

La Navidad es la época idónea para que ocurran maravillas imposibles. Este año en Lozoyuela han encontrado el camino mágico desde la Sierra Norte hasta el bosque Blárviðr de Finlandia, donde vive nada más, y nada menos, que Papá Noel.

Los niños de Lozoyuela-Navas-Sieteiglesias tuvieron la oportunidad de visitar su casa acompañados por los elfos que le ayudan en su taller. Los pequeños se adentraron en el bosque siguiendo los pasos de las elfas Indis y Elentari, que les guiaron entre nieve y extrañas criaturas. Ya resguardados al calor de la chimenea y rodeados de libros, cuentos y otros extraños artefactos de Papá Noel, los elfos les contaron historias secretas que solo los niños que consiguen atravesar Blárviðr pueden escuchar.

Por ejemplo, aquella vez que Papá Noel y todos los elfos se constiparon, o el cuento del reno Rudolph con su extraña nariz roja, incluso el increíble caso de Marco, el niño que con su caballito balancín viajó a otro planeta donde siempre era Navidad.

Como los niños llegaron justo cuando Papá Noel casi lo tenía todo preparado para repartir sus regalos, pudieron ver los últimos retoques que los elfos estaban dando a algunos juguetes en su taller. “Siempre he querido saber qué hay dentro”, decía una niña señalando los paquetes ya embalados y listos para cargar en el trineo. 

Todos salían contentos de la casa: “está chulísima”, decía una niña de 10 años; algunos incluso parecían algo impresionados, aunque la mayoría reconocía que aún no había escrito la carta a Papá Noel. A la pregunta de si la visita le había inspirado para decidir qué pedir, otra pequeña de 8 años fue tajante: “No. Pero me ha gustado mucho”.

En cambio, cuando el elfo Leo les sugirió a los más mayores, de quinto y sexto de primaria, que incluyeran en su carta el libro El planeta de los árboles de Navidad, de Gianni Rodari, alguno tuvo un problema muy gordo: “es que ya he escrito la carta a Papá Noel”, decía agobiado. Por suerte, la elfa Indis, nombre que significa “valentía”, le tranquilizó: “puedes escribirle otra”.

El artífice de esta conexión mágica entre la Sierra Norte y Finlandia es el técnico de Juventud del Ayuntamiento de Lozoyuela, Kamil Pawelec, que tenía el objetivo de captar esa atmósfera navideña en la que “nos juntamos en familia, nos sentamos al calor de la chimenea y nuestros abuelos nos cuentan cuentos, historias, leyendas de Navidad…”, todo inspirado en la cultura nórdica.

Por eso, para él era fundamental crear un “espacio bien iluminado, muy cálido, con alfombras para sentarse” y el esfuerzo ha merecido la pena: “estoy muy contento con el resultado, la magia nunca hay que perderla”. La ilusión de los niños, con sus miradas expectantes, es la mejor prueba de ello.

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