Festival Clásicos en Verano en Alameda con Cuarteto Matrice

ALAMEDA DEL VALLE – Iglesia de Santa Marina Virgen y Mártir

17 de julio, 20 h
Cuarteto Matrice

Quodlibet

Si algo caracteriza la creación artística que se produjo durante el siglo XX es seguramente la multiplicidad de estilos y corrientes artísticas que tuvieron lugar a lo largo del mismo, siendo el minimalismo una de las corrientes artísticas que más repercusión ha tenido en las décadas finales. Nacido en Estados Unidos hacia 1960, el minimalismo se basa en pequeños motivos melódicos que sostienen el discurso musical mediante la repetición casi constante de sí mismos, dando lugar a composiciones caleidoscópicas, de colores cambiantes y que giran sobre las mismas ideas melódicas esenciales.

De la misma forma que el discurso minimalista incide sobre una idea musical constante, a lo largo de este recorrido musical se escucharán obras de autores que sentaron las bases de este estilo, como es el caso del estadounidense Philippe Glass con su Cuarteto nº3 “Mishima” , escrito en 1985 a partir de la banda sonora de la película homónima que narra la vida y muerte del escritor japonés Yukio Mishima. Terry Riley fue otro de los grandes impulsores del estilo, siendo su G-Song un excelente ejemplo. Compuesta en 1960, está basada en un patrón de 16 compases en modo menor que generan una especie de lamento constante no resuelto y una sensación general de desasosiego.

Los ecos del minimalismo en autores europeos también pueden escucharse en este programa a través de tres autores de sonoridades muy distintas. El ruso Vladimir Martynov mezcla en The Beatitudes (1998) el funcionamiento minimalista estadounidense con las bases del canto ordodoxo ruso, de donde extrae la bella melodía que sustenta la pieza. Por su parte, Arcadiana fue compuesta en 1994 por el británico Thomas Adès y en ella se busca expresar una serie de imágenes idílicas mediante distintos lenguajes, siendo el sexto movimiento O Albion, un nostálgico canto sobre una melodía casi susurrada que compartida por las cuatro voces. Este lenguaje plenamente tonal contrasta fuertemente con el abrupto sonido utilizado por el polaco Henry Gorecki en su Cuarteto nº2 “Quasi una Fantasía” , en cuyo segundo movimiento, Deciso, la rígida melodía del violín se sustenta sobre unos marcados acordes constantes, un tejido de sonido casi marcial con dos secciones centrales en calma.

Este recorrido minimalista se organiza en dos bloques encabezados por dos Quodlibet, una forma barroca basada en el contrapunto, un estilo musical que comparte con el minimalismo la importancia de la melodía, si bien en el caso del Quodlibet se articula completa frente a la atomización de la misma que se da en el lenguaje minimalista. La primera parte se abre con el Quodlibet del Cuarteto en Cuatro Partes de John Cage, compuesto en 1960 y basado en en la filosofía hindú, mientras que la segunda parte se abre con el Quodlibet de las Variaciones Goldberg de J. S. Bach, última de las 30 magistrales variaciones y para la que Bach eligió esta atípica forma barroca.

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