AVES DE LA SIERRA NORTE. EL HALCÓN PEREGRINO

A lo largo de varios años colaborando en este periódico, he descrito muchas especies de aves presentes en nuestra comarca; en cuanto a las rapaces pocas quedarán ya por abordar. El Halcón peregrino (Falco peregrinus) es una de las más emblemáticas y estaba pendiente. Escribir sobre este “proyectil viviente”, ya que es el ser vivo más rápido del planeta, es complicado en cuanto a síntesis se refiere. Por tanto no me extenderé mucho en la descripción, ya que al texto como siempre le acompaña al menos una imagen, cedida amablemente por diversos colaboradores, a los que debo un especial agradecimiento. Básicamente el halcón peregrino es de color gris pizarra en la zona dorsal (incluida la cabeza y cola) y, la zona ventral (incluido el cuello y la garganta) es de color blanquecino con abundante barrado horizontal de tono oscuro. En su cabeza destaca su poderoso pico y la bigotera oscura. Los ojos también oscuros, con anillo ocular amarillo. Sus grandes y fuertes garras son también amarillas con las uñas negras. Sus alas largas y en punta, su extremo de color negro. El dimorfismo sexual se manifiesta especialmente por el mayor tamaño de la hembra (en este caso alcanzando hasta un 30 por ciento de diferencia en sus dimensiones), como en todas las rapaces; además en esta especie la hembra tiene la bigotera más ancha. Sus dimensiones oscilan entre los 35-52 cm de longitud y de 85 a 115 de envergadura. Los jóvenes son de tonos más pardos, con menor contraste entre la zona dorsal y ventral. 

Está bien distribuido por toda nuestra geografía aunque con una densidad desigual; existen mejores poblaciones en la mitad oriental de nuestra península incluidas las islas Baleares; en las Canarias habita el Halcón tagarote, considerado por algunos expertos una especie diferenciada aunque hay discrepancia, ya que otros científicos lo califican como otra subespecie del peregrinus. Un dato: es el ave de presa más extendida del mundo, localizada en todos los continentes excepto en la Antártida. Se reconocen de 17 a 19 subespecies, algunas de hábitos migratorios como las del norte; de ahí le viene el nombre de peregrino. El motivo de tan amplia distribución es su gran adaptabilidad, siendo poco exigente a la hora de encontrar lugares donde instalar el nido. Es una especie rupícola, en paredes grandes será más fácil encontrarlo, pero tampoco desdeña los pequeños cortados, siempre que exista abundancia de comida. Escasea en los bosques cerrados, ya que gusta de lugares abiertos para poder localizar a sus presas. Presente también en edificios altos de grandes ciudades, en marismas, hoces fluviales, áreas costeras, etc. 

Hablar del halcón es hablar de un hábil volador y gran predador, que puede matar a animales más grandes que él, como anátidas, gansos o incluso garzas. Sin embargo la mayor parte de su dieta son aves de mediano tamaño como palomas, zorzales, perdices, estorninos, etc.; también caza mamíferos pequeños, reptiles e insectos, de forma menos frecuente. En vuelo horizontal sobrepasa los cien kilómetros por hora, lo que le permite perseguir y capturar pero, su método de caza más utilizado es el de lanzarse en picado, superando los trescientos kms/h; golpea a su presa con la garra apretada, normalmente en un ala para amortiguar el impacto, dejándola aturdida o muerta y la atrapa en el aire; si es un ave grande, la dejará caer y luego bajará al suelo, inmovilizándola con sus poderosas garras. Despluma a su víctima antes de ingerirla. 

Alcanza la madurez sexual a los 2-3 años de edad. Son fieles a su pareja de por vida, así como al territorio de cría. Suelen tener varios nidos en un mismo lugar, para alternarlos en las distintas temporadas. A veces reutiliza los de otras especies como los cuervos; le sirve cualquier hueco bien orientado; incluso en el suelo, como en el Ártico. No utiliza materiales para acondicionar el nido. Es un ave silenciosa, excepto en el periodo reproductor. Tras los vuelos de cortejo, espectaculares, volando acompasadamente, realizando giros en los que la hembra se da la vuelta para recibir comida de las garras de su compañero, emitiendo ambos diferentes vocalizaciones, llegarán las cópulas. Después vendrá la puesta de tres a cuatro huevos allá por marzo, que incubará durante un mes, con relevos frecuentes del macho. Al eclosionar, los pollos están cubiertos de un denso plumón aunque no termorregulan aún y su madre los cubrirá durante los 8-12 primeros días. El padre aporta alimento, que desmenuza la hembra para cebarlos. Volarán a los 35-45 días pero seguirán dependiendo de sus progenitores dos meses más. Ave muy utilizada en la cetrería en el pasado, hoy en día está protegida y el expolio de nidos es menos frecuente. Le afectan mucho los pesticidas utilizados en los campos, que llegan a los halcones con la ingesta de sus presas; mortalidad por disparos, choques con tendidos eléctricos y predación por parte de Búho real son otras afecciones. Por todas estas causas está especialmente protegido en el Listado de Especies Silvestres. Dejemos de utilizar a los halcones, aprovechándonos de sus cualidades y destreza, algo que tenía sentido en la Edad Media pero no hoy en día. Recurramos a las buenas prácticas y disfrutemos de su observación en libertad, algo que requiere un esfuerzo pero que nos reportará sensaciones muy gratas al observarlos sin molestarlos.

Miguel Ángel Granado

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