PABLO CASADO (o callado)

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Chimo Marcos

Con ese sobrenombre se refiere al Presidente del PP mi admirado David Trueba y vengo en estar de acuerdo refiriéndonos al Casado de estos últimos tiempos. Se trata de un muchacho algo arribista en sus ambiciones; está de rebote en el puesto, en el que va afincándose con cierta maña, lo que ya le predispone como posiblemente un buen político, y mejor aún con cierta sabiduría para aprovechar hasta lo que otros llamarían problemas o trabas en su carrera por conseguir el obvio objetivo que persigue (la Presidencia del Gobierno de España).  Me estoy refiriendo con este preámbulo a lo que se ha encontrado, de repente, con la aparición estelar de la señora Díaz Ayuso y su aplastante victoria (lo que es incomprensible para mí, como para  otros muchos españoles por lo que se vé  que no tocamos pelota en este partido de la política de las Comunidades)  y que él se ha apropiado de la señora Díaz, como si la hubiera él mismo creado, lanzado y digamos descubierto, lo que le ha decidido a  aprovechar su ola de entusiasmo popular para adscribirse a la misma corriente y no dejar de ensalzar a esta señora que,  contra todo pronóstico, está convenciendo al personal (los votantes) de que ella es la solución (¿¿) a los problemas de Madrid y por extensión a los de toda España  (Cataluña incluída).

Lo curioso de la rápida y fulgurante ascensión a los cielos comunitarios de Madrid de esta señora,  cuyos particulares méritos yo no tengo la capacidad de entender (lo que dice poco de mi inteligencia, pues está claro que para una gran mayoría de ciudadanos con los que comparto paisanaje, Diaz Ayuso es un don del cielo que mantendrá alejado de nuestras vidas a un ente maligno como el señor Sanchez, hoy  Presidente del Gobierno  de España todavía. Sí,  aún está  aparentemente fuerte en el puesto donde le hemos colocado una no muy amplia mayoría  de ciudadanos de todos los pelajes. Y en todo caso ya con algo menos de fuerza  que en sus comienzos.

El señor Casado aspira a ese mismo puesto para dirigir desde su partido el Gobierno del país; lo tiene prácticamente al alcance de la mano, en cuanto se cumplan los requisitos de que la fecha de elecciones llegue (no se atreverá a lanzar una OPA que no sería otra  que una moción de censura) porque no cree que,  al menos por el momento, pudiera tener éxito y después de todo, ya no falta mucho para que las próximas elecciones se produzcan y en ese mismo  tiempo las cartas jugaran a su favor como puede verse, sobre todo con el apoyo de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, a la que él retroalimenta prácticamente a diario.

No sé, en cambio, si percibe él o alguno de sus apoyantes,  que dicha señora puede tener la visión posible – aunque dificil de entender – de ella misma alcanzando tan deseable puesto entre los seguidores de la derecha española (siempre con permiso de los votantes de VOX, un poco a su propia derecha) lo que no es de descartar, pues Casado, entre sus difíciles maniobras de distracción a veces maneja distanciamientos oportunos de este partido ultra derechista quienes, a su vez, aspiran a mejorar los logros alcanzados por otros similares dentro de Europa y llegar al Gobierno real de España, no conformándose con el de secundarios con méritos para segundos o terceros puestos.

Se acercan tiempos nuevos: el actual Presidente ha iniciado una posible recogida de votos favorables con el indulto a los condenados por el Procés de  Cataluña lo que está apuntando con algo de certidumbre que los catalanes separatistas podrían tomarse las cosas con calma,  o sea, dejar que el tiempo transcurra y les dé la oportunidad que ahora parece van a perder de presionar hacia su independencia en los próximos, no inmediatos, años venideros. Esto facilitaría una nueva victoria socialista para el PSOE y la consiguiente desaparición del aspirante Casado al no llegar a su objetivo, que no al de la señora Diaz Ayuso.

Si las cosas suceden más o menos como lo cuento en este relatito lleno de buenas intenciones social demócratas, el Gobierno va a estar en las mismas manos durante un largo tiempo, lo que hará que las fuerzas para entonces es de suponer ya más unidas de VOX y PP tendrían que intentar la moción de censura esperando ganarla como anhelan desde que perdieron en aquel ya lejano intento de defenestración de Sánchez,  y en cambio sí en el campo propio cuando los que la recibieron fatalmente fueron ellos. 

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