Luis Fco. Durán Carretero

Eso es lo que le preguntas a alguien que le ves con marcas en el cuerpo. Esas son las marcas visibles y por eso nos damos cuenta de que algo no está bien, que alguien está sufriendo un castigo. Habrá quien piense qué algo habrá hecho para estar así y quien piense que igual había otra forma de arreglarlo. Independientemente de cómo sea y o las razones que hayan llevado a eso.

Ahora mismo, nos vemos todos y todos tenemos marcas en el cuerpo y en el alma, unas se notan y otras no se ven. Esto es lo que nos está tocando vivir y lo peor, es, que todos sabemos quién nos ha pegado. La vida nueva.

Esta vida surrealista que estamos viviendo, pero veraz como ella misma, además de triste, mísera y mortífera en grado sumo. Esta vida que nos está costando vivir y asumir como vivirla, porque cada día son nuevas y sobre todo malas las nuevas que nos llegan. Esas nuevas son siempre malas. Cuando nos llega algo nuevo, pensamos, creemos y sobre todo deseamos que sea bueno aparte de bonito, si además es necesario y encima es lo que soñabas ya, es la hostia. 

Llevamos unos meses que nada de lo que nos pasa es lo que creíamos, nada es bonito, ni mucho menos necesario. Además nadie soñaba con esta mierda. En lo único que ha acertado es la hostia…la que nos estamos dando sin saber por qué y qué culpa tenemos los de a pie…usease los paganinis de siempre… ¿Quién te ha pegado?

Si, y digo los de a pie. Los que nos metemos hasta el cuello para que haya familias comiendo. Los que dependen de que nuestros cuellos estén libres para seguir creando trabajo y sigamos pagando esos impuestos con los que cobran y mucho, por cierto, los que no hacen nada por defender lo que hacemos ni a los que pagamos, que a su vez, también pagan impuestos, también consumen, también se gastan lo que ganan generando vida, generando trabajo…pagando impuestos para pagar esos sueldazos…y no por un rato, “pa siempre”, por hacer ¿Qué? ¿Quién te ha pegado?

Esos mismos que se pelean incruentamente en el congreso de los “imputados” mientras hacen sangre a los que representan, importándoles una mierda quien les ha votado ni porque está ahí, a nosotros sí nos quedan marcas, a ellos solo en su cuenta… ¿Quién te ha pegado?

Con esta pandemia, la del virus, me refiero, la de los políticos, deberíamos estar inmunizados y lo malo es que no son de bellota…son de pienso y malo. A lo que iba, con esta pandemia, no solo nos está asolando económicamente a todos, sino que, y, además nos está dejando unas marcas de pérdidas humanas espeluznantes. No hay una familia en esta piel de toro, que no haya sufrido una pérdida o tengan en su vivir diario algún conocido que haya fallecido, el resto del mundo también, pero eso me pilla un poco más lejos,  pero eso no quiere decir que no lo sienta y que no me afecte. Claro que me afecta, a mí y a cualquiera y deja patente que tenemos unos regidores políticos a nivel mundial que son la verdadera pandemia de este ciclo, espero, mundial,  porque ya lo dice el refrán. Mal de muchos consuelo de gilipollas.

Pero lo peor de todo son las marcas que nos está dejando en el alma. Si en esa parte que no se ve pero que nos llena. Nos llena de alegría y de nostalgia. De momentos. Todos vivimos momentos inolvidables, esos no se quedan en la memoria. La memoria se pierde con cuatro copas o con un arranque de mala leche. Lo que se queda en el alma no hay forma de olvidarlo ni que nadie sea capaz de hacerlo desaparecer, para lo bueno y para lo malo.

Desgraciadamente esta pandemia, la del virus, nos está dejando unas marcas en el alma que no van a desaparecer. Ojalá y me equivoque…como me gustaría que así fuera…

¿Quién te ha pegado?