EL PAPAMOSCAS CERROJILLO

AVES DE LA SIERRA NORTE

Miguel Ángel Granado 

Dentro de unos días terminará el verano, según nuestro calendario. Cuando salga el nuevo periódico ya será octubre. Es buen momento para observar a la que para mí, es una de las aves más bonitas de las que existen en nuestro país: el Papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca).

Son estivales, llegan en abril y se pueden ver hasta octubre. En esta época comienza el paso y, están preparando poco a poco su viaje de vuelta hacia África. Se muestran muy activos, una vez terminada la temporada de cría, nutriéndose abundantemente para tener más grasa corporal, que les ayudará en su largo camino. Es una especie confiada pero nerviosa e inquieta. Cuando concluye la reproducción y, antes de emprender el camino de regreso a África, el macho muda su plumaje y se diferencia poco de la hembra. 

Su tamaño oscila entre los 12-14 cms. de longitud y 21-24 cms. de envergadura. Tienen cuerpo compacto, cabeza ancha y pico fino. Las patas, los ojos y el pico son negros. Los machos en primavera presentan plumaje negro o marrón oscuro en el dorso y blanco en las zonas ventrales; el dorso oscuro contrasta con zona blanca en la frente y franjas alares anchas, también blancas. Las hembras son de color pardo-grisáceo en el dorso con franja blanca-crema en las alas; en las partes inferiores su color es blanco-ocre. Cuando está posado, suele chasquear el ala hacia arriba, rápida y frecuentemente. 

El reclamo es un “pik” corto, metálico y lo repite incansablemente.

Su hábitat son bosques maduros y densos, construyendo el nido en huecos de árboles. Prefiere los robledales, hayedos y pinares de pino silvestre y, en menor medida, los encinares cerrados. Aunque suele estar a una altitud entre 1000 y 1500 metros, puede llegar a criar a 1900 metros. En esta época, en la que ambos sexos se diferencian poco, se les puede ver más fácilmente en muy diversos lugares, incluso parques y jardines. 

Este paseriforme se distribuye por el centro y norte de Europa y la parte occidental de Asia. En el sur de Asia y la región mediterránea, que incluye nuestro país, está restringido a las cadenas montañosas. En España pues, se encuentra tanto al norte como al sur: Sistema Ibérico, Sistema Central, Cordillera Cantábrica, Sierra Nevada, Sierra Morena, algunos puntos en el Pirineo y Prepirineo y algunas áreas montañosas de Levante. Ausente en ambos archipiélagos, Ceuta y Melilla. 

El cerrojillo tiene diferentes subespecies; en  nuestra península se encuentra la iberiae. Todas ellas, todos ellos, al concluir el verano realizarán sus recorridos postnupciales a zonas tropicales de África.

Se alimenta de insectos, como indica su nombre; pero no solo moscas, también orugas, arañas, mosquitos, a veces polillas y, ocasionalmente, alguna lombriz o gusano de pequeño tamaño. Tiene una forma curiosa de cazarlos: los acecha en el aire; también puede lanzarse desde alguna ramita, ya que posee buena capacidad para maniobrar en vuelo. Consume además pequeños insectos de las hojas de los árboles. En el inicio del otoño al escasear los insectos, su dieta es parcialmente frugívora. 

Aunque es una especie con carácter, que defiende sus territorios incluso estando en paso (en los cuales permanece unos nueve días), a menudo se ve desplazado por otras especies más fuertes como páridos, trepadores o estorninos. En ese sentido se le puede ayudar instalando cajas nido en los bosques densos, donde habita. Entre finales de abril y mayo comienza la época de cría. Los machos, que llegan antes que las hembras de la migración, buscan huecos en los árboles donde establecer el nido. Tras las cópulas con las hembras, estas acondicionan el nido introduciendo hojas o corteza de árbol y forrándolo con hierba. Bien entrado mayo se produce la puesta, de cuatro a ocho huevos, que incubará la hembra durante dos semanas. Tras la eclosión, los pollos son alimentados por ambos progenitores, abandonando el nido a los quince días aproximadamente; todavía serán cebados durante algunos días más. Es una especie monógama aunque existen algunos machos polígamos. 

El Papamoscas cerrojillo aparece en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas con la categoría “De interés especial”. Sus principales amenazas son la pérdida de bosques maduros y las talas de árboles de buen porte, que escoge para nidificar. Se le puede ayudar, como he comentado, colocando cajas nido en estas masas forestales, que acepta de buen grado. Cuidemos y defendamos a los cerrojillos y, podremos seguir viendo ocasionalmente a estos pájaros bonitos e inquietos moverse por las ramas de los árboles.

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