Castidad y celibato

ANTONIO SÁNCHEZ-MARÍN ENCISO

El Papa actual lo quiere abolir. Porque, como yo  también pienso, es la raíz del problema de la pedofilia a la que hay que erradicar, y razona:

 “Este último tiempo, es tiempo de escucha y discernimiento para llegar a las raíces que permitieron que tales atrocidades se produjeran y perpetuasen, y así contar con soluciones al escándalo de los abusos no con estrategias meramente de contención –imprescindibles pero insuficientes– sino con todas las medidas necesarias para poder asumir el problema en su complejidad”.

Según el CCE, (el Catecismo de la Iglesia Católica (CCE por sus siglas en latín),  “la castidad (abstención del goce sexual) es una virtud y todos los bautizados, en cualquier situación distinta al matrimonio (solteros, novios, separados, viudos, homosexuales, etc.), deben abstenerse de practicar la sexualidad. Las relaciones sexuales están permitidas solo entre casados y nada más que con fines reproductivos y de unión”.

“El personal consagrado (sacerdotes, religiosos y religiosas), debe practicar la abstinencia sexual de por vida”. Según el CCE, ”la castidad integra la sexualidad en la persona, desarrolla el dominio de sí mismo e imita la pureza de Cristo y, además, en el caso de los consagrados, el celibato (que es el estado de soltería) facilita de manera eminente la dedicación exclusiva a Dios”. (Iglesia y sexualidad: los graves efectos del celibato y la abstinencia 21.08.2018 Por Claudio Ibáñez S.)

Muchos curas y monjas lo han sido  por necesidades vitales….Para solucionar el problema de sus vidas. Incluso hoy muchos llegan a la curtantería por imposiciones familiares, por orgullos mal entendidos, por despechos…   Buscar estoe en

PI y MARGALL. Anticlericalismo. Se dice que hoy, protegida por las leyes la libertad de asociación, no cabe impedir su desarrollo. Esto es inexacto. Son libres las asociaciones para todos los fines de nuestra vida; no es posible que lo sean las que, si se generalizasen, llevarían consigo la extinción de nuestro linaje. Los individuos de esas comunidades, por su voto de castidad, se castran moralmente y se inutilizan para la propagación de la especie; contrarían el primer fin de la vida humana, y sus asociaciones son, por lo tanto, ilícitas.

Ley de vida humana es, además, el trabajo, y esas comunidades tienden todas a vivir en el ocio. Ni ahora ni nunca han buscado por el propio trabajo la satisfacción de sus necesidades. Son un elemento negativo para la sociedad y aun para la familia. Rompen al entrar en sus conventos los lazos con que les unió la naturaleza a sus padres, sus hermanos y sus deudos. Buscan sólo su propio bien; son el supremo egoísmo.

No, no miran hoy los pueblos con mejores ojos que en los años 1834 y 1835 a las comunidades religiosas, abiertamente contrarias al espíritu de los tiempos. A las razones que antes tuvieron para aborrecerlas, unen hoy la conciencia que han adquirido del ineludible deber de todo hombre de contribuir al bienestar y al progreso de sus semejantes. Es de temer otra catástrofe como la del año 35, si se permite que sigan invadiendo el territorio de la península.

Por esa vía, cómo no, descubrí también que mi celibato inconsolable lo atribuían a una pederastia nocturna que se saciaba con los niños huérfanos de la calle del Crimen. Memoria de mis putas tristes GABRIEL

GARCÍA MÁRQUEZ

Claudio Ibáñez, psicólogo, en Ciper . Claudio Ibáñez S. es psicólogo organizacional y clínico titulado en la Universidad de Chile, afiliado a la APPA (American Psychological Association) y a la IPPA (International Positive Psychology Association). Actualmente es director ejecutivo del Instituto Chileno de Psicología Positiva

“Que la Iglesia persista en creer, contra lo que la ciencia sostiene, que la abstinencia sexual es el camino a la perfección humana y que la abstinencia sexual es posible de por vida, es un error de impacto inimaginable e ilimitado que viene transformando a muchos de sus pastores en lobos y a miles de ovejas en víctimas.”

“La comisión (del gobierno australiano estableció que) el celibato es un factor de riesgo que, sumado a otros, facilita la aparición de alteraciones psicosexuales (…) el celibato ‘hace que se viva una doble vida y contribuye a una cultura de secreto e hipocresía y esta cultura parece contribuir a que (…) se minimice el abuso sexual como un lapso moral perdonable’.”

“Las relaciones sexuales están permitidas solo entre casados y nada más que con fines reproductivos y de unión. El personal consagrado (sacerdotes, religiosos y religiosas) debe practicar la abstinencia sexual de por vida. Según el CCE, la castidad integra la sexualidad en la persona, desarrolla el dominio de sí mismo e imita la pureza de Cristo y, además, en el caso de los consagrados, el celibato (que es el estado de soltería) facilita de manera eminente la dedicación exclusiva a Dios”.

El primero en plantear la importancia y fuerza de la sexualidad (libido) fue Freud, sosteniendo que su represión acarreaba grandes trastornos mentales:

“Todas las teorías motivacionales consideran que el impulso sexual es una necesidad fisiológica básica que es tanto o más potente que el resto de las necesidades porque, aun cuando no tiene que ver con la supervivencia individual, de este impulso depende la supervivencia de la especie”.

Conclusión pedánea mía: Las tres cosas fundamentales son: COMER, BEBER Y JODER.  Las tres cosas “racionalmente”.

1 Comentario sobre "Castidad y celibato"

  1. Antonio Sanchez-Marin Enciso | 10/09/2020 at 1:28 pm | Responder

    La culpa mía porque mandé un escrito en borrador y no el original, y donde escribí una palabra muy mía y muy poco apropiada, CURANTERIA POR CURIA, además d alguna frase recordatoria mía cómo ver después, que sobra.

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