Lechuzas colmenareñas para mejorar la biodiversidad

La lechuza común es una de las rapaces nocturnas que ha sufrido uno de los mayores descensos en sus poblaciones reproductoras, tanto a nivel nacional, como en la Comunidad de Madrid. La asociación ANAPRI (Asociación Naturalista Primilla), ha emprendido acciones para aliviar y revertir en lo posible este declive.

A finales del pasado año 2019, ANAPRI, preocupada por las alarmantes noticias de las tendencias poblacionales de un par de especies de rapaces nocturnas, como mochuelos y lechuzas, decidió poner en marcha un proyecto para beneficiarlas.

Nos interesó muy especialmente poner el punto de atención en la lechuza común (Tyto alba), que ya fuera declarada Ave del año por SEO/Birdlife en el 2018, haciéndose eco de los resultados de su seguimiento a nivel nacional, que confirmaban un acusado descenso en sus poblaciones. Otros recientes resultados obtenidos del seguimiento en la Comunidad de Madrid, realizado por la asociación BRINZAL, dedicada al estudio y la conservación de las rapaces nocturnas, arrojaban unos preocupantes datos de un declive de un 70% de la población en los últimos 15 años, estimándose la cantidad de parejas reproductoras en la Comunidad de Madrid  por debajo de las 50. En Colmenar Viejo (Madrid), donde ANAPRI realiza la mayoría de sus trabajos, no hay más de 2-3 parejas.

Desde hace años, ANAPRI colabora con la Finca de Producción ecológica “La Suerte Ampanera” en el desarrollo de diferentes proyectos encaminados al aumento de su biodiversidad y a fomentar el producto local, de cercanía, y respetuoso con el medio ambiente. La finca, situada en el término municipal de Colmenar Viejo, produce con mimo y de manera sostenible, unos productos de sus rebaños de cabras de excelente calidad, como son sus productos lácteos, especialmente sus quesos, de reconocido renombre. Por citar solo alguno de sus premios, uno de sus quesos fue galardonado como el mejor queso de España en el año 2011. A este premio le han  seguido  infinidad de reconocimientos a nivel nacional e internacional.

Para dar forma a nuestro proyecto, nos pusimos en contacto con los responsables del Centro de Recuperación para Rapaces Nocturnas de BRINZAL, cerrando el círculo de colaboradores necesarios.

En pleno periodo de confinamiento y con los correspondientes permisos, el 11 de mayo BRINZAL nos cedió 6 pollos de lechuza de aproximadamente un mes de edad, que procedimos a alojar en una caja nido, para desarrollar lo que se conoce como hacking o cría campestre. Este método, consiste en criar los pollos, colocándolos en un nido artificial adaptado a sus necesidades y facilitándoles alimento hasta que sean totalmente independientes, sin necesidad de adultos de su especie, y evitando ser vistos en el aporte de alimentación, para evitar el troquelado o improntado.

Con el esfuerzo de añadir a la rutina diaria la alimentación de  las lechuzas, Rafael Gonzalez Torres, uno de los gerentes de la finca, ha hecho posible que 6 nuevas lechuzas vuelen libres y se unan a la exigua población de la rapaz, con la ilusión y la esperanza de que por su condición de filopatría, se establezca una nueva pareja reproductora en la zona, aportando así, nuestro pequeño granito de arena para la necesaria recuperación de esta emblemática dama de la oscuridad.

Autor:

José Antonio Matesanz, Presidente de ANAPRI (Asociación Naturalista Primilla) y coordinador del proyecto “Rapaces Nocturnas en la finca de producción ecológica La Suerte Ampanera”. anapri@hotmail.es

Agradecimientos:

A Rafael González, propietario y gestor de la finca La Suerte Ampanera y a BRINZAL (Centro de Recuperación para Rapaces Nocturnas), en especial a Iván y Kika, así como  a los entusiastas socios de ANAPRI, que por  las condiciones del estado de alarma no pudieron acompañarnos.

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