AVES DE LA SIERRA NORTE. EL CUERVO GRANDE

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Miguel Ángel Granado 

Pocas aves suscitan tantas controversias como el cuervo. Hace siglos se le vinculaba con el mal y la oscuridad, incluso con la brujería y el demonio. Pero no todo eran críticas negativas, los textos sagrados judíos o cristianos no son culpables de la “mala fama” de este animal. Determinados comportamientos, como el de alimentarse de carroñas, comenzando primero a picotear los sesos y los ojos, son los responsables del famoso refrán: “cría cuervos y te sacarán los ojos”, que hace referencia a la ingratitud. Sin embargo en las antiguas Eddas escandinavas, la imagen de este pájaro está unida siempre al dios Odín, apareciendo este representado con dos cuervos en sus hombros: Hugin (reflexión) y Munin (memoria), que le susurran al oído todo lo que ven y oyen. Es por ello por lo que Odín lo sabe todo y es llamado “Rafnagud” (dios de los cuervos). En la tradición escandinava pues, el cuervo es una figura sagrada y sabia, que aporta reflexión y memoria. 

El mayor representante de la familia de los córvidos y del orden de los paseriformes, el Cuervo grande (Corvus corax), es completamente negro, con brillos metálicos en algunas zonas, con alas largas apuntadas y cola en forma de cuña. Destaca su tamaño en general (de 60 a 70 cms. de longitud y casi metro y medio de envergadura) y en particular el de su pico, robusto y grueso. Además destacan las plumas de la garganta, muy densas. El aspecto de los jóvenes es similar pero sin brillos, más mate. Es notable su capacidad de adaptación y su inteligencia, propios de todas las especies que componen su familia aunque él destaca entre todos sus parientes. Se está investigando y demostrando que puede desarrollar tareas que ni siquiera los primates son capaces de resolver. En relación a esto (además del tamaño del cerebro) lo que posee es una gran densidad neuronal, mayor incluso que la nuestra, la de los seres humanos. En un estudio reciente se ha demostrado que este ave puede planificar sus ocupaciones con anterioridad; otro aspecto es que saben reconocer a las personas, distinguiendo entre las que pueden confiar y las que suponen una amenaza para ellos.

Extendido por todo el hemisferio norte del globo, se encuentra en Norteamérica, Eurasia y el norte de África. En Canarias, donde se encuentra la subespecie canariensis, encuentra su límite meridional de distribución. En nuestro país es frecuente, exceptuando parte de la comunidad castellano manchega y el valle del Guadalquivir; presente en ambos archipiélagos y en Ceuta. Pueden habitar en cualquier lugar aunque, es en las montañas y acantilados donde es más fácil encontrarlos, con poblaciones más numerosas. Se alimenta de todo, es omnívoro. Come carroña con frecuencia.

Es de sobra conocida la atracción que siente el cuervo por los objetos brillantes, como guijarros, objetos metálicos, etc. Además se ha observado que se asocia con otros predadores, como lobos o zorros, avisándoles con su graznido si localiza presas. Estos se acercarán con premura hacia el lugar donde canta el cuervo, atacarán y, tras comer, dejarán multitud de restos que aprovechara el cuervo posteriormente. Hasta alcanzar los dos o tres años no se aparearán; a partir de esta edad y cuando llega febrero, comienzan los vuelos de cortejo acrobáticos en su territorio. Tras las cópulas, se instalarán en alguna repisa localizada con anterioridad y construirán el nido, aportando ramas y raíces; el interior de esta plataforma lo revisten con musgo, lana o plumas. La puesta la realizan avanzado el mes de marzo y consta de cuatro a seis huevos, que incuba la hembra durante unos veinte días. Los nacimientos se producen escalonadamente ya que pone los huevos a intervalos. De esta forma, la diferencia de edad entre los hermanos, marcará una jerarquía entre ellos. Alcanzan la capacidad del vuelo entre 38-50 días después de nacer pero, los pollos siguen siendo alimentados por sus padres durante varios meses. Los cuervos son muy fieles y las parejas son de por vida. Muy sociales, fuera de la época de cría, suelen estar agrupados; se ha constatado que añoran la falta de alguno de los miembros, creando un ritual funerario, en el que varios individuos se unen graznando juntos. El canto del cuervo es muy conocido, un “rrok-rrok” profundo aunque posee diversas vocalizaciones y es un gran imitador de los sonidos, teniendo capacidad de reproducir palabras que escucha a los humanos.

Aunque ha sido envenenado y tiroteado debido a su mala fama injustificada, sus poblaciones en nuestro país se mantienen estables o con un ligero descenso. Sin embargo la subespecie canaria está catalogada como “En peligro”, debido al acusado declive en sus poblaciones. Cuidemos a los cuervos, animales longevos y observadores, que nos sorprenden habitualmente con sus conductas; no en vano son consideradas las aves más inteligentes del mundo.

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