José de Villamisar
Desde PEÑALABRA
Difícil lo tienen cualesquiera de los líderes políticos para formar gobierno. Mariano Rajoy ha conseguido 137 diputados, 14 más que en las anteriores elecciones, pero muy pocos para formar un gobierno estable. Esta vez, al contrario que en la anterior, parece estar empeñado a costa de lo que sea, en buscar apoyos suficientes que le garanticen la investidura, aunque sea en la segunda votación.
Las primeras exploraciones de Rajoy con las distintas formaciones, han dejado un panorama claro y aterrador, no habrá gran coalición, ni mayorías de gobierno, lo único que puede haber es una investidura trampa en la que le zurraran de lo lindo, le dejaran formar un gobierno abocado al fracaso y se abrirán todavía más las diferencias o rencillas entre ellos.
Con las cosas como están es materialmente imposible gobernar el país, si el Partido Socialista no está dispuesto a priorizar el interés general al interés de partido o interés personal.
Mariano Rajoy, debe de ir a la investidura lo antes posible, porque es el vencedor de las elecciones y si no consiguiese salir airoso, pone en marcha al menos, el reloj de la convocatoria antes de las vacaciones para que puedan celebrarse nuevas elecciones en diciembre.
En cuanto a Pedro Sánchez, el líder que cada vez saca menos escaños, y sin embargo sigue mandando en el Partido, ni dimite ni le hacen dimitir, en la última reunión del Comité Federal le han marcado tres caminos a seguir: a) ser jefe de la oposición y dejar que Mariano gobierne, b) liarse con los independentistas y comunistas y c) forzar unas terceras elecciones, ¡elige la soga…. compañero!.
La primera opción es la que prefieren los votantes de centro, que son los que dan el gobierno o bien al PSOE o bien al PP, pero Sánchez no quiere pactar reformas, ni abstenerse en el pleno de investidura, quiere presentarse en el 39º congreso federal con planes de reconstrucción del partido, desgastar al Partido Popular y tratar de diluir lo máximo posible a Podemos, quiere presentarse en el Comité Federal con la victoria sobre Podemos, aunque haya perdido cinco escaños con relación a las anteriores elecciones y situar al Partido como nunca estuvo en toda su historia.
Mientras tanto los ciudadanos quieren un gobierno cuanto antes, Rajoy quiere formarlo a primeros de agosto, a Sánchez le asustan porque mandarían al PSOE al abismo, y Rivera está nadando en aguas de nadie y pide a Sánchez que deje gobernar al Partido Popular.
En cuanto a Pablo Iglesias, después de perder más de un millón de votos, parece ser que se desinfla y entra en la primera gran crisis, es la novia a la que nadie quiere sacar a bailar en ésta fiesta.
La situación más difícil de todos ellos, se la veo a Pedro Sánchez, cualquiera de los caminos que escoja le llevará probablemente a la tumba política, no solo a él, sino lo que es peor también a su partido.
Si ya no tenía ningún sentido volver a solicitar a los españoles que acudiesen a las urnas en junio,después de haber acudido hacía unos meses, ahora el único sentido que tendrían unas terceras elecciones sería que el Partido Popular alcanzase la mayoría absoluta, y el ridículo internacional que haríamos como país.
A Rajoy, le están saliendo las cosas muy bien, ya domina el Congreso y el Senado y dentro de unos días será investido Presidente del Gobierno a pesar del tira y afloja de Sánchez y Rivera. Es un «viejo zorro», y sabe mucho de política.