La españolidad a examen

 

 

 

¿El jefe del Estado es…? ¿El poder judicial está constituido por…? ¿El clima en Canarias se denomina…? ¿La profesión de Penélope Cruz es…, la de Enrique Iglesias es…? ¿Si compramos una botella de 750 ml. estamos comprando una botella de…? Si son capaces de responder 25 preguntas así, felicidades, son «mu» españoles.
El pasado mes de abril, previo pago de 80 euros y una espera de más de dos meses, he acudido a la prueba de Conocimientos Constitucionales y Socioculturales de España (CCSE) y por suerte para mi, al ser hispanohablante, no he tenido que pasar por la prueba de competencia lingüística con sus 80 euros correspondientes para poder comenzar a tramitar la ciudadanía española.
Ahora bien, antes del 2015 cuando se introdujeron estas pruebas de «españolidad», para la solicitud de la ciudadanía se requerían (y aún sigue siendo así) 2 años de residencia legal y continuada para los inmigrantes latinoamericanos, filipinos, andorranos y sefardíes, 5 años para los que tengan condición de refugiados y 10 años para los asiáticos, africanos y otros. Es decir, contando el tiempo anterior necesario hasta obtener la residencia legal (mínimo 2 años) hay personas que llevarían entre nosotros comprando el pan, pagando IVA, tomando el sol, asistiendo a clases o mirando «Sálvame Deluxe» algo así como 12 años.
¿Es necesario preguntarnos sobre Enrique Iglesias o Penélope Cruz para valorar lo integrados que estamos en la sociedad? – por cierto ambos residen en EE.UU- ¿o es solo una forma de recaudación muy cutre y cuasi-denigrante? Ser ignorante o lego en algunos temas es poco deseable, incluso a veces, acarrea un problema de vulnerabilidad social, pero a la vez también tenemos derecho a serlo. Sin embargo, nada tiene que ver con cumplir con las obligaciones, con la integración, con ser buena gente, con ser solidario, productivo…en definitiva: con ser un buen ciudadan@.
Lo único que debo agradecer a este examen es haber estado 60 minutos en un aula junto a 50 personas de todas partes del mundo (incluidos las dos examinadoras españolas), un verdadero crisol de culturas, integrados y en armonía.
Por último, hay que decir que los resultados se valoran en «apto» y «no apto». Nunca sabré si Enrique Iglesias es astronauta o no.
Juan Manuel Fernández
(Del Mundo, Latinoamérica, Europa, España, Madrid, Puentes Viejas, Mangirón)

 

 

 

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