Lucía Loren Redes creativas en el espacio rural

PersonajeLucialoren209

 

 

 

Nació hace 42 años en Madrid, aunque vive en la Sierra desde hace una docena. Llegó a La Puebla con «El Bosque Hueco» un proyecto artístico en el que reflejar la memoria de los árboles, la memoria de la cultura. Y se fijó en los robles ramoneados durante decenas de años. Venía para tres meses pero se quedó a vivir. «Encontré un espacio donde la vida es más orgánica, también las relaciones, la movilidad, las actividades del día a día… todo es más fácil.»
Lucía es una artista que siembra redes, que entrelaza con su trabajo las formas de vivir en lo rural con el paisaje que se genera, con las personas que lo habitan. Y que siente una necesidad vital de compartir su trabajo, de intervenir mediante la educación.

¿Cómo es tu trabajo?
Es un proceso artístico, en el que mezclo arte y paisaje. Desarrollo investigaciones en la memoria cultural de los lugares. Se trata de conocer qué pasa en los espacios, cómo interviene la gente en la creación de los paisajes. El sentido que tiene es unir esos listones y generar narrativas de lo que pasa en el mundo rural.
Por otra parte, pretendo vincular esta investigación con el resto de la población, tanto de las ciudades como de otros pueblos. Para ello me sirvo de la educación y la formación. Arte, naturaleza y educación, compartiendo esta experiencia con el resto de personas, niños, jóvenes y mayores.
¿Con qué formatos te sientes a gusto?
Trabajo mediante la intervención en el propio paisaje. A veces sola, a veces con la población local. Suele ser un arte efímero, por lo que uso video y fotografía a modo de registro y como herramienta de transmisión. Esto genera exposiciones que ayudan a contar lo que ha pasado.
También trabajo en procesos colaborativos, talleres y espacios abiertos a la gente.
Y últimamente me está interesando mucho, de forma personal, el dibujo y el grabado.
¿El arte es rentable económicamente? ¿Da para vivir?
Hay muchos momentos diferentes, pero es algo muy inestable. Existen subvenciones y apoyos para proyectos concretos. En la Sierra esto es mucho más difícil. Ahora mismo mi fuente económica tiene más que ver con los procesos educativos, con los talleres y la formación. Esto me permite generar recursos para el resto de proyectos.
En los últimos tiempos parece que surgen nuevos apoyos, que se abren de nuevo los caminos. Siempre he vivido en esta situación, de inventar y reinventar. Y lo hago desde la libertad y sin miedo. Generando e investigando siempre salen proyectos, pero hay que trabajar continuamente, sin descanso. Entonces aparecen propuestas, proyectos nuevos y se entrelazan con los proyectos de otros. Es un proceso de vida abierta, despierta, que mezcla las necesidades propias y del entorno.
Y socialmente… ¿El arte es rentable?
Es fundamental. El arte funciona como elemento de unión entre diferentes disciplinas, como catalizador de diferentes conocimientos para generar formas distintas de ver lo que sucede. Vivimos en un sistema dedicado a la especificidad. El artista tiene una mente divergente, puntos de vista diversos frente a discursos únicos. El proceso creativo es una herramienta que tiene que estar al alcance de todo el mundo. Vivimos en un sistema con pocas posibilidades de crear que no ofrece soluciones para reinventar nuestra vida. El arte no ha de ser rentable económicamente sino una forma de poder real, de poder generar cosas que no genera el sistema: relaciones, soluciones, disciplinas. Un poder de transformación social. Pero no puede ser un proceso elitista, sino que tenemos que vivir en un proceso creativo. La transformación social se da en la cercanía, transforma lo cotidiano, lo cercano. Tenemos que ser capaces de provocar procesos de crecimiento desde lo pequeñito.
¿Con qué sueñas cuando estás despierta?
Con sentir la luz del sol, el aire, el ruido de los niños jugando… Son sensaciones: un espacio de libertad, rememorar la niñez, conectarme con el espacio…
Si racionalizo mis sensaciones sueño con una estructura social que vive a partir de compartir, de generar redes y espacios comunes. Sueño con relaciones horizontales en un lugar que permita vivir de él y estar conectado al mismo tiempo con una realidad global.
¿Qué te mueve a nivel educativo?
La necesidad de vincular los proyectos educativos en colegios, universidades y en talleres con la investigación. La necesidad vital de dar la oportunidad a la infancia de que tengan una vivencia con los espacios naturales. Porque ya se estudian patologías vinculadas con el Síndrome de Déficit de Naturaleza. Tenemos una educación con exceso de tecnología, con demasiada preocupación por lo superficial, por lo aséptico. Niños secuestrados en espacios plásticos artificiales de colores chillones, sobre estimulados y estresados. Faltos de libertad, sacudidos por el miedo de la sociedad. Son momentos muy necesarios para generar confianza, contacto con la naturaleza, con el juego libre, la investigación, descubrir, arriesgar, medir. Son experiencias en grupos familiares, herramientas que todos necesitamos independientemente de nuestra edad.
¿Qué te aporta vivir y trabajar en zonas rurales?
El privilegio de conocer de cerca a personas que generan paisajes. Las dificultades de algo tan básico como generar tu propia comida, gestionar un terreno de forma lógica, ser permeable a esta realidad de lo cotidiano.
www.lucialorem.com

 

 

 

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