Escuela Municipal de Música y Danza de Buitrago, un modelo en peligro

 

 

 

Los abajo firmantes, todos profesores, queremos informar del conflicto que dura ya seis meses y que ha sumido a la Escuela Municipal de Música y Danza de Buitrago del Lozoya en un ambiente de deterioro, desconfianza y falta de ilusión. Tal conflicto nace de la decisión, en palabras del responsable del Consistorio, «unipersonal, arriesgada e irrevocable» de cesar a la anterior directora Rocío Fernández Ríos.
Asimismo queremos manifestar nuestro total desacuerdo y malestar ante tal decisión por considerarla injusta, al relevar a una persona cuya valía ha sido probada tras varios años en el cargo, años de crecimiento en número de alumnos, consolidación del equipo docente, ecuanimidad en difíciles decisiones y ejemplo de gestión responsable en tiempos realmente complicados donde tantas escuelas municipales han sucumbido.
También consideramos la decisión arbitraria, muy difícil de justificar ante una escuela viva y activa como es la de Buitrago del Lozoya, que cuenta con un comisión donde están representados alumnos, padres, profesores y Ayuntamiento y que no fue informada, no ya consultada, ni previa ni posteriormente a la toma de tan sensible y trascendente decisión. Siendo consecuentes con la importancia que estos profesores damos a la representación, participación e implicación de padres y alumnos en el buen funcionamiento de la escuela, hemos propuesto un mecanismo que, sin contravenir la atribución del Ayuntamiento para nombrar o cesar directores, sí recoge el espíritu de consenso y rotación en la ocupación del cargo de dirección. Dicha propuesta ya está desde hace tiempo sobre la mesa del máximo responsable del Consistorio sin que hasta el momento en que se redacta este artículo se haya recibido respuesta alguna.
Hasta donde los abajo firmantes sabemos, las razones que según la alcaldía han llevado a este cambio son dos. En primer lugar, subir el nivel interpretativo de los alumnos para que éstos toquen más y mejor; en segundo lugar, mayor presencia de los alumnos de la escuela, formando grupos de cámara, en la vida cotidiana de la localidad de Buitrago del Lozoya.
Desde el profesorado aquí representado manifestamos que no sólo no nos oponemos a dichos objetivos, sino que llevamos años persiguiéndolos. No obstante no podemos ignorar que unos objetivos requieren de unas medidas, y en cuanto a éstas, parece que el consistorio ha errado el tiro, pues la única medida que ha propuesto y ejecutado hasta el momento ha sido la ya mencionada sustitución en la dirección.
Aquí desglosamos varias propuestas que analizamos en orden a perseguir los objetivos que arriba se exponen.
Elevar el nivel de interpretación de los alumnos:
Se puede hacer de manera expeditiva al subir la cuantía de las cuotas de tal manera que las familias digan «o el niño toca muy bien y estudia mucho o le borro» (efecto de embudo) . Estos son los mal llamados criterios de excelencia, en los que además se incluye una segregación del alumnado en base al nivel y desprecia el componente social de la enseñanza, con enorme presencia en esta escuela en la que músicos de diferentes edades y niveles conviven en agrupaciones aprendiendo unos de otros. Este modelo nos parece claramente discriminatorio (y por tanto indeseable), además de inviable, dado que se basa en una enseñanza piramidal con gran captación de alumnos en la base, para que sólo unos pocos dotados lleguen a culminar los estudios, y una gran mayoría abandonen frustrados el aprendizaje. Este sistema es viable en localidades con gran densidad de población, como las del cinturón de Madrid, Las Rozas, Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, pero difícilmente en un entorno como el de Buitrago del Lozoya.
Otro modelo pasa por instaurar un sistema de exámenes por el que quienes no lleguen a unos mínimos abandonen la escuela. Pero que un sistema así realmente funcione no resulta ni fácil ni gratuito, pues a la hora de exigir resultados al alumno, éste debe haber estado dispuesto de los medios para conseguirlos. Además, tal modelo es a menudo frustrante para alumno y profesor como se viene observando con cada Informe PISA cuando no se dota de los medios adecuados y suficientes. ¿Está el Ayuntamiento dispuesto a hacer el esfuerzo que este modelo supondría? Desde este profesorado propondríamos un sistema mixto aficionado y profesional, en el que tengan cabida la gran cantidad de adultos aficionados a la música que componen la escuela. Para los que elijan una rama más profesional, clases de 45 minutos, lenguaje musical obligatorio (con un precio asequible), reuniones de departamento para coordinar actividades y conciertos fuera y dentro de la escuela, y reuniones de evaluación en las que tratar una vez al trimestre el caso particular de cada alumno.
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En cualquier caso, ambos modelos chocan conciertos la idiosincrasia con la que nació a nivel nacional el proyecto de Escuelas de Música y Danza hace ya más de 20 años, que no es otro que acercar la enseñanza musical y artística a todo tipo de público, sin diferenciar nivel económico o condición social, desnudando a estas prácticas del cartel elitista con el que convivieron durante tantos años, conformando una pieza más en ese importante engranaje que llamamos «estado de bienestar». Por eso, estos profesores no queremos renunciar a defender el modelo de marcado carácter social e integrador que hasta el momento ha prevalecido, sin rechazar las críticas y con ánimo de mejorarlo año tras año.
Aquí consignar que las reivindicaciones de los profesores en las reuniones que se mantuvieron durante el pasado curso con el Ayuntamiento siempre han ido en un sentido, que es el de solicitar horas no lectivas y el reconocimiento de las que de facto ya se están haciendo, dado que en este momento los contratos sólo contemplan como horario no lectivo una irrisoria media hora de tutoría a la semana.
Esta solicitud tiene mucho que ver con la crítica que desde el Ayuntamiento se nos hace referente a la poca visibilidad de la escuela en la vida cotidiana pues es importante dar a conocer que tanto en el pasado como a día de hoy, el importante número de actividades que se han organizado y organizan por parte del profesorado más allá de lo que es el estricto cumplimiento del horario lectivo (horas en las que se imparten clases), se hacen de manera altruista , es decir, sin compensación alguna, ya sea monetaria, ya sea en tiempos de descanso, ni tan siquiera moral (reconocimiento o asistencia por parte de los responsables del Ayuntamiento a dichos eventos). Muy al contrario, desde el Ayuntamiento nuestra labor pedagógica se ha puesto en entredicho pública y privadamente, sin que llegara a existir una comunicación oficial de tal postura, hasta el mismo momento en que se procede al cambio en la dirección de la escuela.
No debemos entrar aquí a juzgar la idoneidad o no de la persona nombrada para sustituir a la anterior dirección, pero sí referir que las acciones que hasta ahora se han llevado a cabo por su parte tienen a nuestro juicio más que ver con las atribuciones de un animador cultural o promotor de espectáculos que con las de la propia gestión del alumnado y equipo docente de la Escuela, imprescindibles para el buen funcionamiento de la misma. Es por esto que dentro de la propuesta elevada por los abajo firmantes al Consistorio se contempla la existencia separada y diferenciada de ambos cargos, promotor/animador y director.
Por último manifestar que los abajo firmantes, algunos de los cuales llevamos comprometidos con enorme ilusión en este proyecto desde hace más de una década, creemos firmemente que la Escuela Municipal de Música y Danza debe mantenerse al margen de los vaivenes y caprichos políticos, como entidad independiente que es y que con gran esfuerzo se ha ganado un puesto relevante en la vida cultural de los vecinos de Buitrago del Lozoya. Es nuestro empeño y deseo que frente a veladas amenazas de despido y rumores de privatización, un proyecto público que se ha consolidado durante las últimas cuatro legislaturas siga creciendo con el apoyo e implicación de los ciudadanos, siga siendo de calidad, siga siendo de todos y siga manteniendo unos criterios sociales.
Larga y próspera vida a la Escuela Municipal de Música y Danza de Buitrago del Lozoya.
Javier García, Rocío Fernández, Elia Martín, Sonia Blázquez, Sergio Segovia y Pedro Esparza.

 

 

 

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