El TDAH, o el trastorno por déficit de atención e hiperatividad es uno de los problemas más frecuentes que se encuentran en las aulas. Sin embargo, en muchas ocasiones aparece mal diagnosticado. Por este motivo es importante acudir a un buen profesional que haga un adecuado diagnóstico. Con este artículo pretendemos esclarecer en qué consiste el TDAH, cómo se manifiesta y qué podemos hacer como padres o tutores de estos niños.
En primer lugar, tenemos que distinguir entre varias modalidades. No todos los niños muestran déficit de atención e hiperactividad, sino que en ocasiones predomina déficit de atención y en otras hiperactividad.
Si nuestro hijo no presta atención a los detalles o le cuesta mantenerla, parece que no escucha cuando se le habla, no sigue instrucciones y en el colegio suele olvidar tareas, no las finaliza o tiene dificultades para organizarse convendrá que prestemos especial atención, pues podría tratarse de un problema por déficit de atención.
Si en cambio nuestro hijo tiene dificultades para permanecer sentado, se mueve o habla en exceso, tiene dificultades para permanecer tranquilo mientras juega, le cuesta guardar su turno o interrumpe constantemente podría tener problemas de hiperactividad o impulsividad.
Si bien, tenga en cuenta que estamos hablando de niños, que en muchas ocasiones son inquietos sin llegar a tener ningún problema de hiperactividad. Los niños que presentan TDAH suele mostrar malestar, frustración ante la imposibilidad de estar tranquilo o concentrado o fracaso escolar entre otros. Por eso, no se precipite en hacer un mal diagnóstico y póngase en manos de un profesional si cree que su hijo podría tener estas dificultades para que sea él el que haga el diagnóstico. Un buen profesional podrá asesorarle con su hijo de la manera más óptima, sin embargo, queremos darle tres pautas que pueden facilitar su tarea como padre si su hijo tiene TDAH:
1. Ofrézcale normas y límites, siempre conociendo cuales son las dificultades propias del TDAH y mostrando congruencia entre ambos progenitores. .
2. Trata de mejorar su autoestima, pues suelen tenerla baja. Incluirle en actividades, tanto domésticas como de ocio, realzando lo bien que lo hace.
3. Mantenga una rutina. Ayudará a su hijo a organizarse mejor, ya que este suele ser uno de los problemas que presentan. Si hubiera algún cambio comunicárselo con tiempo.
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