EL AILANTO, peligro vegetal.              

AILANTO, (Nombre científico: Ailantus altísima), también conocido como: “mal huele”, “falso zumaque”, “árbol del cielo”, “árbol de los dioses”, “gandul de carretera” …es un árbol de hoja caduca, de origen asiático, que se introdujo en España, hace ya bastantes años, como ornamental, debido a sus bonitas flores y espectaculares semillas, para ser plantado en parques, jardines, fincas, etc.

Sin embargo, aquello no fue una buena idea, pues se trata de una especie invasora, de crecimiento rápido y expansión pertinaz debido a su alta capacidad de reproducción y a que es capaz de colonizar cualquier tipo de terreno. Es un árbol venenoso y sus hojas despiden un olor fétido, siendo peligroso para humanos, ocasionando problemas de salud, como alergias y erupciones cutáneas; también para mascotas y el ecosistema en general. Transmite un sabor desagradable a la miel, cuando las abejas liban en sus flores, contaminando los panales y la colmena. 

Degrada el suelo liberando sustancias alelopáticas tóxicas, capaces de afectar a otras plantas, árboles y arbustos, suponiendo una amenaza importante para la biodiversidad, ya que igualmente puede contaminar las aguas, secar fuentes y manantiales, además sus raíces, que se expanden a muchos metros de distancia del tronco, ocasionan daños en tuberías, alcantarillas, canalizaciones y cimientos, 

Está incluido en el Catálogo español de especies exóticas invasoras y en la actualidad se encuentra prohibido en todo el territorio nacional, mediante Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, debido precisamente a su peligrosidad. 

El jefe del operativo de los agentes forestales de la Comunidad Autónoma de Madrid, ha dado instrucciones para la localización y censo de estos árboles, pudiendo ser objeto de sanción quienes lo tengan en su jardín, plazas públicas, terrenos rústicos o fincas. Hay prohibición expresa de su posesión, transporte, tráfico y comercio, tanto e ejemplares vivos, como de sus leñas, ramas, restos y semillas. Para su eliminación, no basta la tala de cada ejemplar, sino que hay que eliminar tocones y raíces, pues es capaz de rebrotar de las mismas. También debemos tener en cuenta que un ejemplar maduro, puede generar multitud de semillas, capaces de desplazarse volando con el viento, colonizando bosques, fincas, solares urbanos y terrenos baldíos.

Se está expandiendo con facilidad por toda la Comunidad de Madrid, en general y la Sierra de Guadarrama y Sierra Norte en particular: El Escorial, Alpedrete, Colmenar Viejo, Manzanares el Real, la sierra de Hoyo, los alrededores de Torrelaguna; Venturada, Bustarviejo… así como en terrenos del Canal de Isabel II, e innumerables localidades de la Sierra Norte, que es lo que nos ocupa. Las administraciones públicas, tienen la obligación de erradicarlo. Hay ayuntamientos, como el de Majadahonda, que está retirando ejemplares de su término municipal, cosa que deberían imitar los regidores de todos los municipios afectados, no olvidemos que cualquiera, particular o no, puede ser objeto de denuncia y sanción, en el caso de no hacerlo.

Uno de los problemas es la falta de información en general. Hay páginas web que ofrecen a la venta semillas de esta especie, que muchas personas adquieren con buena intención y sin saber lo que compran. Esta publicidad y venta por internet, está prohibida y debería ser denunciada y sancionada de inmediato. Si las autoridades, que son las que tienen facultad y poder para hacerlo, no cumplen con su obligación, seremos los ciudadanos quienes denunciemos esto, utilizando el mejor sistema: las redes. Es hora de ponerse las pilas; nuestra salud, la de los bosques, los colmenares de los pueblos de la sierra y la naturaleza toda, merecen todo nuestro esfuerzo.

1 Comentario sobre "EL AILANTO, peligro vegetal.              "

  1. Muchísimas gracias M.de la Puebla.
    Un artículo muy bien escrito y que nos amplia la mente y el conocimiento.
    También con ramificaciones a una sociedad polarizada en cuatro temas, ajena a la bastedad de los saberes sobre este mundo.
    Un bonito trabajo sería inventariar y acometer su derribo a la mayor brevedad.
    Algo al alcance del mas humilde de los Ayuntamientos por sus propios medios e idiosincrasia. Libres del enroque con nuestra ínclita Comunidad Autónoma en tantos temas sin solución que se arrastran desde toda la vida.
    Saludos cordiales.

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