uranDesde el siete de junio, el Gobierno prohibió las llamadas comerciales con números de teléfono móvil. No ha servido de nada. Las empresas que nos martirizan con sus llamadas, se buscan triquiñuelas, más o menos legales para saltarse a la torera le restricción. Quiere decirse, que, entre el calor, sofocante, que estamos padeciendo, además de los cansinos que están todo el día dando por saco con ¡que calor hace! Como si tu que estas al lado non lo supieras, debe ser que te ven en una urna refrigerada y el sudor que te cae por la frente son perlas de hielo. Si a esto y a estos le sumamos las llamadas comerciales que nos parar de tocar, también las pelotas, pues tenemos un verano de lo más “entrañable, dinámico, divertido”
Como decía, desde el siete junio, está prohibida esta modalidad de amargarte el verano. Solución, denunciar a la Agencia Española de Protección de datos (AEPD) o meterte en la lis Robinson, para evitar publicidad y, si sigues recibiendo llamadas, denuncias a la AEPD. Burocracia pura y dura, papeleos, llamadas etc. Pa na. Acabas perdiendo tu tiempo sin conseguir que estos tocapelotas dejen de tocártelas.
Lo curioso de esto es que, según nos cuenta y aconsejan, no hay que coger el teléfono para que no se den cuenta de que tienes un número activo. Menuda gilipollez. Si te han llamado ya, será porque lo saben, sino para que van a llamar. Muy loable el consejo.
La opción más segura supuestamente es la de bloquearlos. Pero deben de tener ochocientos mil números, porque yo mismo habré bloqueado alrededor de cien y siguen inasequibles al desaliento con nuevas incorporaciones numéricas. Unos joputas, vamos.
Se me ocurre, ya que por lo visto la AEPD y las normas que dicta el Gobierno son incapaces de evitarlo. Podemos comunicarnos con un Tam Tam, dado que, con las señales de humo, la comunicación se va a cortar en cuanto aparezca la primera nubecilla humeante, es lo que tiene la prevención de incendios, lógicamente, por otro lado.
Salud y apagar el móvil.
Luis Fco. Durán Carretero.
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