Teresa Domingo
Respuesta al artículo sobre “Caminos, carreteras y demás en la Sierra Pobre” escrito por el «Malandrín de la Puebla«, en el número del mes de junio pasado de este periódico.
Me alegra tener la oportunidad de aportar información y comentar cómo se produjo el cambio de la denominación de «SIERRA POBRE» A «SIERRA NORTE». No hace tanto tiempo. Lo viví de primera mano y no fue como el articulista, seguro que bien intencionado, presupone que sucedió.
La idea nació de un grupo de jóvenes con espíritu vivificador y de colaboración que llegó a llamarse Grupo Concejo. Aprovecho para informar de la existencia de dicho grupo a quienes lo desconocen y a recordárselo a otros muchos serranos que saben de él y participaron en las actividades que se llevaron a cabo.
Por los años 1980-1990 unos cuantos jóvenes de otros tantos pueblos, en principio de: Montejo, Prádena, Braojos, Villavieja, Garganta, Navarredonda, Rascafría y algún otro, animados y apoyados por personal de la Agencia de Extensión Agraria de Buitrago y, como digo, con espíritu de superación y colaboración, quisieron reunirse con cierta asiduidad e intercambiar opiniones de temas profesionales así como hablar de la situación y los problemas de sus respectivos pueblos. Les movía la idea de conseguir mejores horizontes personales y la idea y compromiso de qué hacer en favor del desarrollo de sus pueblos para un mayor bienestar y sin que esto supusiera la pérdida de Identidad de los mismos, muy al contrario: fortalecerla.
Por entonces empezamos a oír hablar de la Ley Europea de Áreas Desfavorecidas de Montaña y del Plan Especial para la Sierra. Ello motivó y acrecentó el compromiso del Grupo Concejo al fin de aprovechar si era posible estás iniciativas y favorecer a nuestra Sierra. Para mayor sensibilización y participación se hizo correr el slogan de «Sierra Norte a Despertar, que viene el Plan Especial”. Haciendo el paralelismo con la forma antigua de plantear y resolver los temas comunes, en concejo abierto, convenimos en llamarnos Grupo Concejo, como queda dicho más arriba. Así nació el Grupo, y así le seguimos recordando.
En los medios de comunicación, en prensa y conferencias iba apareciendo la Denominación de Sierra Pobre a fin de diferenciarla de la también Sierra de Madrid mucho más desarrollada con pueblos como Cercedilla, Guadarrama, El Escorial u otros. El sociólogo Amando de Miguel, bastante acreditado en aquella época, fue quién primeramente la definió como «Sierra Pobre», denominación que fue acuñándose y que hoy apenas se nombra así.
No nos gustó a los jóvenes del Grupo Concejo, nos sentimos ofendidos con tal denominación de Sierra Pobre; nos pareció simple, general, inexacta y equivocada, pues en esta Sierra existen riquezas incuestionables. Nos pareció humillante, vergonzante, peyorativa y nada DINAMIZADORA.
Reivindicamos que no era “Pobre”, sino “Abandonada”.
Olvidada y maltratada, ya que en esta zona no se habían invertido los recursos y ayudas que en otras zonas de la Comunidad de Madrid, y por ello el desarrollo era notablemente inferior. Reivindicamos igualdad; el derecho a disponer de servicios equiparables de cultura, sanitarios, deportivos, infraestructuras urbanas y otros muchos que determinaban la desigualdad existente y evidente en aquel momento.
La denominación Sierra Norte fue cuajando en la propia población serrana, en la prensa, los medios de comunicación y en las Instituciones de la Comunidad de Madrid, en el Pamam. Conseguirlo costó trabajo dentro y fuera de la Comarca y realizar actividades múltiples con ese objetivo.
En todas ellas se fue integrando y reinvirtiendo la Identidad Propia Serrana y Comarcal, el Orgullo y Dignidad que por varias razones de despoblación, económicas, influencias de culturas urbanas, modos de vida, etc. se iba perdiendo poco a poco a la vez que ganaba espacio el negativo complejo de ser de pueblo, tema este bastante general en el Mundo Rural. Como digo, las actividades fueron muchas y frecuentes en cada uno de los pueblos. Señalaré una que por encima de todas contribuyó en la consecución del objetivo de forma sobresaliente, admirable y notable; y fue establecer y celebrar el DIA DE LA SIERRA NORTE
El Grupo Concejo organizo y celebró está fiesta en los años 1983, 1984, 1985, 1986 y 1987. A partir de esta fecha se siguió organizando por el Paman, con otro sello y un objetivo y un lugar de celebración diferente, con otro sello y también resultados muy diferentes. No es posible ampliar hoy lo que fueron estas memorables fiestas del Día de la Sierra Norte, celebradas siempre en torno al día de San Juan, simbolizando la llegada de la primavera.
Participan todos los pueblos de la Sierra Norte, 35 en concreto, tanto la población como los Ayuntamientos. La afluencia de la población, nunca vista, llegando a juntarse 8.000 o 10.000 personas a lo largo del día y de la noche, de todas las edades y en autobuses gratuitos, para hacer esto posible. Cada año tenía un tema, un objetivo y un lugar de celebración diferente. Se puede decir que el Día de la Sierra Norte ha sido el acontecimiento comarcal más emocionante, más participativo, con mayor contenido, innovador, imaginativo y divertido que haya tenido lugar en la Comarca.
Todo ello: CREÓ IDENTIDAD Y ORGULLO SERRANO. CONTRIBUYÓ Y SELLÓ LA DENOMINACION POSITIVA Y DINAMIZADORA DE SIERRA NORTE Y NO SIERRA POBRE.
Los que trabajamos y vivimos la experiencia esos años en el Grupo Concejo y todos y todas los serranos y serranas que participamos en los Días de la Sierra Norte nos sentimos ORGULLOSOS y ORGULLOSAS y con cierta «modestia» pero sin complejos, como dicen ahora, podemos decir muy alto que: unos cuantos jóvenes de otros cuantos pueblos crearon el Grupo Concejo y junto con la población fueron el origen de un HECHO HISTÓRICO en nuestra Sierra, no permitiendo que se nos humillara injustamente con un nombre inadecuado y acuñaron otro con el que reconocemos en la actualidad a ese pequeño, pero gran territorio, que es Sierra Norte.
El “Malandrin de la Puebla”, dispone ahora de información veraz, sabe el origen y las razones del cambio de nombre. Personalmente celebro haber tenido la ocasión de recordar y dejar constancia de los hechos relatados. De vez en cuando viene bien echar la vista al pasado.
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